Jake, Eva Nessie y Embry llegan con noticias lobunas

-Ven-aún estaba incomodó y yo necesitaba mi momento ducha y acicalamiento así que abrí la habitación de invitados y me encontré con una sorpres aún mayor de la que me esperaba...

-Yo la mato!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!-dije entrando en la nueva espantosa habitación que seguro que Alice habia tuneado- ¿qué narices es todo esto? ¿dónde estan mis cosas?

La antigua habitación de Edward era muy diferente a la transformación actual. Esta era un esperpento rosa con peluches y cojines por todos los lados.. era como una tarta de fresa y nata con mucho merenge y nata montada y un lazo por dios..... Menudo adefesio de habotación. está me las iba a pagar ... seguro que ya sabia que vendriamos aquí...
Rebusqué por las estanterias en rosa lacado los cajones con los tiradores con ponpones rosas pero no apracian mis cosas. Abrí el armario de dos puertas como no rosas de estilo bar americano del oeste y vi toda mi ropa teñida de rosa.
-AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
La mato, lo juro la mato... me da igual que sea vampira... yo la envenneno con un bambi drogado de tripis-dije histérica lanzando mis articulos personales por los aires y descubirendo una nueva nota de Alice que leí en voz alta:
-Hola tortolitos, esta es mi venganza personal, uno tras haberte ido al bando contrario y traernos la peste a casa Eva, y otro por las jaquecas.... tener visiones de lobos me dejan frita bonita. Espero que disfrutes de tu nuevo armario, hay algunas cosas que han quedado mejor incluso de rosa. Tu ropa nueva al estilo Cullen esta en la maleta del altillo que Embry te estará bajado en este instante. No no lo he visto hacerlo pero la maleta se difumino de mi visión y tuve otra jakeca de ai la harina que ahora tendrá en la cabeza.
Me giré y vi a Embry con su hermoso pelo color azabache lleno de harina y no pude remediarlo y echarme a reir como una loca.

Todavía estaba risueña por la broma sobre los “dos bellos durmientes” y de la comida…cuando a Jake le dio un arrebato amoroso…y volvió a recordarme que teníamos algo muy importante pendiente…
Cuando quise darme cuenta, estaba enlazada entre sus brazos, y mis piernas lo aprisionaban por la cintura.
La bolsa de patatas fritas terminó esparcida por todo el suelo, así como los platos, cubiertos, vasos y demás objetos que estaban sobre nuestra enormísima mesa de cocina.
Cuando noté el roce de sus manos en mi espalda, cada una de las terminaciones nerviosas de mi piel se erizaron, y tan sólo pude exhalar: “Jake….”
Él se paró en seco, sus ojos brillaban como la luna, y bajo la penumbra de las luces parecían iluminar la habitación. Tenía el cabello revuelto, y las mejillas muy acaloradas. Me quedé admirando su precioso rostro embobada durante unos minutos, y, sus rasgos salvajes despertaron en mí una necesidad obsesiva por poseerlo, porque fuera mío y sólo mío…

Le acaricié suavemente la mejilla derecha - ¿Me dejas darme una ducha cariño? Es que llevo tres días con la misma ropa…y tu sudadera ya no dá más de sí.- dije tranquila, necesitaba serenarme y despejar las ideas, aquello no podía suceder en la cocina de mi familia, y menos con los dos tortolitos en el sofá roncando –

Él asintió algo contrariado, y volvió a sentarse en una de las sillas de piel que “adornaban” la cocina, así que subí a mi habitación para hacerme con el albornoz y una de las toallas de mi tía Alice (suaves y mulliditas como siempre) y al atravesar el pasillo creí ver una habitación ¿rosa chicle?…debía estar demasiado afectada por el estrés…continúe hasta el enorme baño de decoración turca, la última creación de mi yaya Esme.

La luz era tenue, y estuve un buen rato bajo el calor del agua de la ducha y el aroma embriagador del jazmín, entonces oí como la puerta se entreabría…y me quedé paralizada…

-¿Me dejas darme una ducha cariño? Es que llevo tres días con la misma ropa…y tu sudadera ya no dá más de sí.-me susurró Nessie separándose un poco de mi abrazo.

Solté todo el aire lentamente y me imaginé a mí mismo avalanzándome sobre Nessie, olvidando todo lo demás...

La miré a los ojos y ella me acarició la mejilla. Suspiré y asentí una sola vez, separando mis manos de su espalda. Acaricié un segundo sus piernas y ella las aflojó de mi cintura. Bajó de la mesa de un salto y salió de la cocina. Me senté en una de las sillas de la cocina y me sentí realmente confuso. Pensaba que Nessie se sentía a gusto conmigo, pero ella había preferido darse una ducha... tal vez seguía corriendo demasiado con Nessie. Yo la deseaba, y en ocasiones sentía que no podía aguantar más sin estar con ella... me estremecía cada vez que me rozaba, y solo con verla notaba como mi cuerpo ardía... pero tal vez Nessie no me deseara de la misma forma.

Me levanté y empecé a recoger todo lo que había tirado antes. Seguro que aquello tampoco le había sentado bien. Necesitaba un poco más de autocontrol. Recogí la bolsa de patatas del suelo y los trozos de un plato y un vaso a los que les había llegado su fin. Lo tiré todo a la basura y dejé otro plato que se había salvado en el fregadero.

Pasó mucho rato y Nessie aún no había bajado, así que decidí subir para comprobar que todo iba bien. Pasé por el salón y no entendí como Eva podía dormir sobre el pecho de Embry, que se agitaba bajo sus ronquidos. Llegué frente a la puerta del baño y toqué dos veces.

-¿Nessie? -la llamé desde fuera.

No me contestó, así que intenté no preocuparme y abrí lentamente la puerta. El baño estaba lleno de vapor y la mampara de la ducha estaba totalmente empañada. El hecho de no poder comprobar si se encontraba bien no me ayudó precisamente a relajarme. Me acerqué a la ducha y apoyé una mano sobre el cristal de la mampara.

-¿Nessie...? -repetí apoyando también la frente sobre el cristal.

El olor de Nessie inundaba todo el baño, eclipsando sin problemas la fragancia del gel de baño... su olor llenó mis pulmones y recordé la escena de la cocina, sintiéndome mal de nuevo por si ella se había molestado...

¿Nessie...? – oí la voz de Jake preocupada, y su mano sobre la mampara
Por un momento pensé que era la calidez del agua que me hacía visionar escenas más allá de la realidad, pero el vaivén de su mano sobre la humedad de la mampara me hizo espabilarme.

Uhm Ja…Ja…Jakeeee…¿qué pasa? – pregunté tartamudeando, ohhh dios mío!!! estaba totalmente desnuda, y comencé a repirar hiperventilando.

-Uhm Ja…Ja…Jakeeee…¿qué pasa? -me contestó Nessie nerviosa, y noté que no se sentía cómoda con aquella situación.
-Oh... nada, nada Nessie, perdona. Es que tardabas y quería saber si estabas bien... -me separé de la mampara y me dirigí hacia la puerta-. Te espero abajo cariño.

Nessie cerró el grifo y la toalla blanca que colgaba de la mampara se escurrió hacia dentro. Pero seguí hacia la puerta y estaba a punto de salir cuando Nessie me llamó.

-Jake -dijo elevando la voz.
-¿Qué...? -contesté parándome en el umbral de la puerta, mirando hacia el pasillo.

Su voz sonaba asustada, y por momentos mi desesperación aumentaba. Temía que se hubiese sentido desplazado y rechazado.

Jake…- grité -
Ehhh…esto….¿Llevo mucho tiempo aquí? Se me ha ido la pinza, no me he dado cuenta del tiempo, jejeje creo que estoy como una uva pasa. – comenté mientras cogía la toalla suave y me la acordonaba por debajo de los brazos. Después cogí una toalla más pequeña para envolver mi pelo.

Entonces en un segundo un rayo de lucidez me atravesó, mientras veía la silueta de Jacob a través de la tenue luz de la mampara.
Mi única verdad era que él era el ser en quien más confiaba en el mundo, para mí era una verdad más comprobada que mi propia existencia. Sólo entonces la barrera física y el pudor me parecieron los sentimientos más ridículos del mundo.
¿Acaso podía mostrarle mi alma a mi amado Jake y no mi cuerpo físico? Salí de la ducha, y atravesé la corta distancia que nos separaba. Me acerqué sigilosamente a él, solté la toalla de mi pelo que cayó despeinado entre mis ojos. Lo aparté y me puse a unos centímetros de Jake, dejando caer ante sus ojos aquel trozo de tela que me pesaba una tonelada….
Jake, no permitiré que nada se interponga entre nosotros, sea físico o no…- y me quedé inmóvil esperando su reacción…-

Nessie salió de la ducha envuelta en la toalla y escuché como se acercaba a mí. Me giré despacio y la miré un segundo. Empujé la puerta del baño y la cerré detrás de mí. Nessie se desenrolló la toalla de la cabeza y su pelo cayó sobre su frente y sus mejillas. Se lo apartó con una mano y fijó sus ojos en los míos a la vez que llevaba la otra mano hacia el nudo de la toalla que ahora era su única prenda. Tiró suavemente de ella, y la dejó caer al suelo sin mover sus ojos de los míos.

-Jake, no permitiré que nada se interponga entre nosotros, sea físico o no…-me dijo, quedándose inmóvil ante mí.

Observé a Nessie un minuto y me pareció intocable. Como la mejor obra de arte en medio de un museo, a la que desearías tocar más que nada en el mundo, notar su tacto, su temperatura... pero sabes que no puedes tocarla, te lo impiden las normas y la moral. Nessie seguía mirándome fijamente, y entonces repetí sus palabras en mi mente. Nessie no era como una simple obra de arte. Nessie y yo éramos uno, yo estaba hecho para estar con ella. La amaba, la deseaba, la necesitaba, y ella sentía lo mismo por mí. Di un paso hacia delante y por primera vez moví mis ojos de los suyos. Una gota resbaló desde su pelo, bajando por su cuello, tanteando la clavícula... resbaló esquivando la curva de su pecho y siguió por su vientre. Levanté una mano y Nessie cogió aire con fuerza, pero no se movió. Borré aquella fina gota con el dedo pulgar y lo mantuve allí un segundo, junto al ombligo de Nessie. La observé un minuto más: el color dulce de su piel aún húmeda, el vello erizado de sus brazos, sus marcadas clavículas bajo el pelo mojado, su cuello delgado, sus pechos pequeños y redondos, movidos por la respiración profunda de Nessie, la curva de sus caderas, sus piernas perfectas...
Supe que era la cosa más hermosa que había visto en mi vida, y que nada ni nadie podría superarla jamás. Me parecía un sueño que pudiera existir alguien como ella, y aun era más irreal que me quisiera, que se mostrara así ante mí...
Deslicé mi mano hasta apoyarla totalmente en su vientre, y la llevé hasta su cintura. Seguí deslizándola lentamente hasta apoyarla en la curva de su espalda y tiré suavemente de ella hasta juntar su cuerpo desnudo con el mío. Enredé la otra mano en su cabello y la besé lentamente, disfrutando de cada movimiento de sus labios, del roce de su lengua, de la presión de sus manos sobre mi cuello...
Fue un beso largo y lento, y el más dulce que Nessie me hubiera dado jamás. Separé mis labios de los suyos y ella volvió a mirarme a los ojos. Desenredé mis manos de su cuerpo y me quité la camiseta. Quería mostrarme ante Nessie de la misma forma que lo había hecho ella. Nessie apoyó sus manos en mi cintura y se acercó más a mí. Me desabroché los vaqueros y me los quité, y seguí desnudándome hasta encontrarme igual que Nessie. Ella me observó un minuto y me acarició con sus pequeñas manos.

-Te amo Nessie -le dije y la besé de nuevo.

Jake no se movía, y yo empecé a temblar. Temía que hubiese entrado en una especie de shock y saliera corriendo para no volver nunca más, temía que no le gustara lo que veía, temía que creyera que yo era una cualquiera, temía su decepción….y ¿por qué seguía clavado en mis ojos?
Un barullo de ideas me aturullaba, y el corazón me latía en las sienes, tan fuerte que parecían que me iban a estallar….pero de repente su mano se elevó levemente, guiada por una orden sorda de sus preciosos ojos.

Jake emanaba una energía extraña e hipnótica, y yo sólo quería que aquella mano se aferrase a mi cuerpo y no me soltara nunca jamás. El tiempo de espera se me hizo eterno, estaba agonizando…y su dedo se posó sobre mi clavícula. Entonces exalé todo el aire contenido y un estremecimiento me hizo rendirme.
Me sentía afortunada cuando aquel dedo dibujaba sobre mi cuerpo, no creía que aquellas sensaciones fueran reales. ¿Eso era el amor? Entendí por primera vez los engranajes que mueven el universo.
Entonces Jake, como movido por el mismo principio universal se libró de su camiseta, dejando ver su musculado torso, y su suave piel que yo deseaba tocar con ansiedad obsesiva. Siguió por sus zapatillas y pantalones, y finalmente se quedó limpio de prendas. Era lo más hermoso que había visto en mi vida, ni comparable con lo que había podido leer o me podía haber explicado Eva.
Me aferré a él con una necesidad sobrehumana, primero tocándolo suavemente, y después buscando su boca, notando cada pequeño pliegue de su piel. Lo necesitaba mucho, tal vez exageradamente.

Te amo Nessie – dijo con el corazón y me derrumbé –
Y yo Jacob Black, por siempre y para siempre – y el beso continuó prolongado –

Me solté un momento de aquel delirio, y comprendí que el hambre que teníamos el uno por el otro no desistiría...¿Qué te parece si nos vamos a otro lado amor mío? La noche está preciosa, aunque vaya a empezar la tormenta….además la intimidad no es la norma predominante de esta casa…- dije sofocada -

-Y yo Jacob Black, por siempre y para siempre –me contestó Nessie justo antes de juntar sus labios con los míos-. Qué te parece si nos vamos a otro lado amor mío? La noche está preciosa, aunque vaya a empezar la tormenta… además la intimidad no es la norma predominante de esta casa...

Nessie respiraba aceleradamente, y me di cuenta de que mi respiración era aún más rápida que la suya. Entrelacé mis dedos con los suyos, y la miré un segundo, aún maravillado ante ella. Deseaba por encima de todo estar a solas con ella, tener por fin un momento de intimidad sin que nadie nos molestara... y sentí que lo que deseaba realmente era tenerla a mi lado para siempre, solos Nessie y yo. Recordé a Embry y Eva, que seguían en la mansión, y de pronto pensé en nuestro rincón del bosque... nuestro estanque, el único lugar donde Nessie y yo podíamos estar solos sin que nadie nos molestara.

-Vámonos... -le dije a Nessie sonriendo, estrechando su mano entre la mía. Me agaché hacia ella y le di un breve beso.

Cogí toda mi ropa y me vestí deprisa, respirando hondo para intentar relajarme y bajar la temperatura de mi cuerpo. Recogí la toalla del suelo y rodeé a Nessie con delicadeza. Me coloqué detrás de ella y aparté su pelo para besarla en el cuello.

-Espera aquí un minuto.

Salí del baño y fui hacia la habitación de Nessie. Pasé por delante de la habitación de Eva y escuché su voz y la de Embry en el interior. Me di más prisa y entré en la habitación de Nessie. Abrí su armario y sus cajones y cogí algo de ropa limpia: unos vaqueros negros que me encantaba como le quedaban, una camiseta de manga corta de color violeta y su chaqueta gris oscuro. Abrí el cajón de su ropa interior y sentí menos pudor del que pensaba que sentiría. No estaba seguro de cual era el que más le gustaba a Nessie, así que cogí un conjunto negro y unos calcetines del mismo color, y me apresuré a ir al baño.
Entré con prisa y deje toda la ropa sobre el váter. Besé a Nessie una vez más y recogí la ropa sucia del suelo.

-Date prisa Ness, Embry y Eva se han despertado...
-Ups... -sonrió ella cogiendo toda la ropa.
-Nessie -la llamé apoyando mi mano en su mejilla, y ella me miró-. Te quiero cariño.

Nessie rozó mis labios con los suyos un segundo, y se vistió a toda prisa. Llevé toda la ropa sucia a su habitación y pensé que ya habría un momento mejor para recogerla, y volví a la puerta del baño, de donde Nessie estaba saliendo. Me cogió de la mano y bajamos la escalera rapidamente, pero en silencio.

-¿A dónde vamos? -me preguntó en voz baja.
-Había pensado en nuestro estanque...

Nessie me mostró una sonrisa de oreja a oreja y su felicidad me embriagó. Salimos de la mansión y nos adentramos en el bosque. De pronto Nessie se paró.

-Espera -me dijo volviendo hacia la mansión.

La observé un momento y Nessie abrió el coche de Eva. Estuvo un minuto dentro y después volvió rapidamente hacia mí.

-¿Qué...? -le pregunté extrañado, y Nessie me miró ruborizada.
-Nada, nada...

Me cogió de la mano con fuerza y echó a correr en dirección a nuestro estanque.

Jake se vistió rápidamente , al contrario de lo que yo deseaba, su piel era la más suave y aterciopelada que había tocado nunca. Era cálida y no comparable con la dureza de la mía.
Estaba emocionado y me mantuvo en espera unos pocos minutos en los que pude reflexionar en todo lo que estaba pasando. El peligro que estaba a punto de llegar, los asesinos, la guerra y la exterminación, nuestros amigos, mi familia, mi padre y mi madre….nada me importaba ya, sólo quería a mi Jacob cerca de mí, quería retenerlo y aprisionarlo para siempre. Recordé los consejos de Eva, lo espontáneo que es todo y la razón que tenía.
Una media sonrisa se me encajó en el rostro y permaneció todo el tiempo mientras observaba a Jake ansioso, recogiendo la ropa como un torbellino animal y mirándome nervioso.
Date prisa Ness, Embry y Eva se han despertado...- dijo –
Ups….- ¿ya? Pensé -
Nessie… Te quiero cariño.- dijo y le di un beso rápido, teníamos que evitar a los osos amorosos-
Me vestí en un abrir y cerrar de ojos, no sin antes reírme por lo bajo del conjunto de ropa interior que me había traído, era un minitanga negro a juego con un sujetador provocativo, que no sabía qué hacía en mi “supuesto” cajón…Esto Jake, ¿tú sabes lo que quieres y lo que te gusta no? - y él se asombró un poco cuando me lo vio encima –

Me agarró la mano para volar más que correr, y entonces cruzamos en 2 segundos la mansión, ¿Adónde vamos? – pregunté curiosa –
-Había pensado en nuestro estanque...- dijo y me pareció el lugar más maravilloso del mundo, creía flotar en el aire hasta que oí como la musica de un disco rayado en mi cabeza y vi a Eva en mi cabeza metiendo los condones en una bolsa roja –

Espera…- solté su mano un minuto y hurgué en el maletero del coche en jornada de puertas abiertas de Eva Swan, cogiendo las protecciones necesarias y una manta de color azul electrico que tenía entre un montón de zapatos, bolsas de ropa y demás objetos de mochilera errante .-

¿Qué? – preguntó Jake-
Nada tonto…- le eché la manta sobre el hombro – es para no tener frío que va a empezar a llover…