Un paseo por Paris...

Salimos del Hotel con nuestras manos entrelazadas y el corazón bombeando al máximo.
Caminabamos por las calles a un ritmo excesivamente rápido para mi gusto pero EMbry me llevaba a remolque.Estaba asustado... muy asustado y sus tics nerviosos y la manera de frotarme los hombros para darme paz, hacian casi salir un sarpullido debajo de lo rápido y fuerte que me frotaba... Suspiré derrota cuando vimos una farmacia al fondo de la calle y me frené en seco... No podía volver a hacer esto, no podría hacerlo...

Embry se giró y me miro extrañado allí clavada junto a una farola parisina. Tiró con delicadeza de mi mano mientras me miraba y yo veía el verde de la farmacia a lo lejos y notaba mis músculos clavados en seco. No podía moverme no podía volver a pasar por eso.

-Vete tú.-le dije soltando su mano y apoyandome en la farola.
-Vamos Eva, no digas bobadas haremos esto juntos.-dijo EMbry cogiendo con fuerza mi mano e intentando moverme.
-Que no, que vayas tu yo no quiero.-dije tirando de mi mano hast casi dislocarme la muñeca.
-Yo solo no entró a pedir la prueba Eva.-dijo Embry mirandome ceñudo.-Anda vamos que no te van a comer un ojo.

-Que no.-contesté como una niña pequeña agarrandome a la farola.
-Eva, por favor, no hagas el canelo, Vamos..-me urgió Embry y yo negué con la farola a modo de muleta pegandome más contra ella.
EMbry suspiro poniendo los ojos en blanco y soltó mi mano que abrazó a la farola.
Se acercó y cogió mis manos separandolas de la farola, tomandome de la cintura y... cunaod descubrí sus intenciones comencé a alargar de nuevo los brazos hacia la misma pero EMbry fue más rápido y ya me cargaba al hombro.
-Cuando quieres eres como una niña Eva.-dijo él mientras caminabamos en dirección a la farmacia.
Mi garganta se secaba por momentos y comencé a agitarme sobre Embry.
-Para, que te vas hacer daño.-decia en tono paternalista.
-Bajame, no quiero entrar, quita.-decía mientras tiraba de su camiseta y su sudadera con fuerza y el comenzaba a dejarme deslizarme por su torso al suelo.

-Estate quieta Eva.-decía él mientras mis pies sobre los suyos nos hacian caminar hacia la puerta de la farmacia.
Mi rspiración se contuvo cunado en sus ojos se reflejo la cruz y comencé a intentar echar a correr en dirección contraria a la farmacia y EMbry me cogía de la cintura contra sí y yo desesperada pataleaba y volvía correr hasta que una voz femenina nos saco de nuestro entretenimiento momentaneo.

-Farmacia de Dhéry, En que puedo ayudarles.-dijo una morena que había tras la verja d ela farmacia 24 horas y Embry y yo nos miramos y luego a ella en movimeintos confusos y en lo que dura un latido de corazón me soltó y nos ergimos colocandonos bien las ropas y yo peinandome. Cogí la mano de EMbru co fuerza y tenía la necesidad de tener su super fuerza para estrujarsela y romperle los dedos.

-Hola queriamos un test de Embarazo.-dije con falsa sonrisa notando mi corazón en las sienes.
-No mejor tres paquetitos de esos.-dijo Embry mientras la joven nos miraba alternativamente de arriba abajo. Se dio la vuelta y yo me giré miranod a EMbry hacineod un gesto de "que coño haces"
-Te has vuelto loco, para que coño quieres tres.-dije mirandole con rabia y vergüenza.

-Pues por si el primero falla y dice una cosa, el segundo otra y el tercero desempata.-dijo el encogiendose de hombros.-¿Que? Quiero estas seguro Eva.
Bufe y puse los ojos en blanco mientras la chica volvía con los paquetitos en una bolsa y uno en la mano... ¿estaba dispuesta a enseñarme como funcionaban?

-eh.. gracias no necesito demostraciones.-le dije extendiendole un billete de cincuenta esperando que se largara a por el cambio. Me miro extrañada y se largo para volver al momento con mi cambio que me dió junto con la dichosa bolsita cuanod me la estaba entregando la sujeto con fuerza y la miré.
-¿De cuanto crees que estas? Tenemos algunos metodos anticonceptivos y abortivos...-dijo intentando ser amable y a mi me estaba revosando la paciencia.

La taladré con la mirada y Embry abrazó mis hombros mientras me pegaba a su pecho y se despedia de la chica arrancandole la bolsa de las manos.

-Muchas gracias, que pase buena noche y no tenga muchas urgencias.-dijo EMbry mientras mi cabreo aumentaba de tal modo que estaba segura que de un momento a otro echaria humo por las orejas.

Cogí la bolsa con las pruebas de embarazo mientras seguía intentando controlar a Eva. Entendía que estuviera nerviosa, y de hecho yo también estaba al borde de la histeria, pero Eva se estaba pasando...

La rodeé por los hombros y eché a caminar tan tranquilamente como pude en dirección al hotel de nuevo, mientras intentaba que Eva se tranquilizara caminando a mi lado. Pero aquello no parecía funcionar. Eva seguía desquiciada, revolviéndose bajo mi brazo y echando miradas furtivas a la bolsa que yo apresaba con mi mano derecha. La estreché con más fuerza contra mis costillas y paré de andar para que Eva me mirara. Lo hizo y no supe deszifrar las emociones que reflejaban sus ojos. Era una mezcla de miedo, rabia, derrota y negación... Por un momento me desconcertó totalmente que reaccionara así. Yo también tenía miedo pero ni siquiera estaba confirmado su embarazo... y además, ¿era como para comportarse como si se acabara el mundo?

-Eva... tranquila joder -le dije mirándola fijamente. Mi tono sonó mucho más duro de lo que esperaba, pero es que no me lo estaba poniendo nada fácil...- Cariño yo también tengo miedo, pero es solo una prueba ¿vale?

Eva me miró con furia y con un gesto rápido se desprendió de mi brazo y echó a andar a grandes zancadas dándome la espalda y alejándose de mí a toda velocidad. A su "toda velocidad", porque en dos pasos la alcancé y rodeándola por la cintura la obligué a girarse hacia mí.

-¡Quita imbécil! -me rugió ella apoyando sus manos en mi pecho y empujándome lejos de ella, aunque no dejé que se alejara de mí.
-Eva mírate... ¡mírate joder! Tranquílizate, ¿te crees que yo no estoy histérico? Pero hay que hacer esa prueba, hay que saberlo Eva...
-¡Claro como no te la tienes que hacer tú! Eres un egoista de mier...
-¡¡Eva!! -le interrumpí empezando a perder la paciencia-. ¡Para ya! Te he dicho que estamos juntos en esto ¿no?¿Te das cuenta de que vamos a acabar peleados por algo que nos afecta igual a los dos? Cariño estoy contigo... no te estoy pidiendo nada respecto al embarazo, ni te he preguntado si lo quieres o no... ¡He cerrado la puta boca, Eva! Solo quiero hacer esa prueba y saber qué pasa, sabes que si pudiera me la haría yo -Eva dejó de forcejear y aproveché ese momento para mirarla fijamente a los ojos y acercarla un poco más a mí. Eva seguía con el ceño fruncido, pero no intentó alejarse de mí, así que me incliné hacia ella y la besé en los labios con ternura, muy lentamente. Eva apoyó una mano sobre mi hombro y lo tomé como algo bueno, así que la estreché con más fuerza y profundicé nuestro beso durante unos segundos-. Tranquila mi amor... estoy aquí, estamos juntos. Vamos a hacer esto y después ya veremos lo que pasa, ¿de acuerdo?

Eva asintió timidamente, aunque el miedo no había desaparecido de su mirada. Igual que probablemente seguiría reflejado en la mía. Volví a colocar mi brazo sobre sus hombros y caminamos el uno al lado del otro, deshaciendo el camino que habíamos recorrido un minuto antes para volver al hotel, al segundo piso, a la habitación 204, y al baño donde Eva y yo comprobaríamos si íbamos a ser padres.