Volando a la ReBoda con AirForks

Offpost: La familia Cullen que no está en Paris, mi Eva Swan, mi amore Jaki y la menda vamos ahora mismo en este vuelo en primera!!! Que bueno es ser millonario...jajajaja

Nessie y yo caminamos en silencio. No nos mirábamos ni hablábamos. Mi última declaración de amor le había sentado a Nessie como una patada, pero tenía que decírselo. Nessie tenía que saber que mi corazón siempre sería suyo.

Cuando subimos al avión, una azafata nos facilitó dos asientos juntos. Nessie le dio las gracias y se sentó apoyada en el reposabrazos, tan lejos de mí como era posible. Unos segundos después, se levantó y fue hacia el baño. Suspiré y sentí ganas de llorar, no podía seguir así, la necesitaba más que al aire.
Empecé a observar el avión para intentar distraerme. Nunca había viajado en primera clase, y todo aquello me parecía excesivo. Había más comodidades casi que en mi propia casa...
De pronto Nessie volvió al asiento, se sentó a mi lado y yo agaché la cabeza. No me atrevía a mirarla a los ojos, y sabía que ella lo prefería así. Pero entonces Nessie acercó su mano y tomó la mía. Instantáneamente entrelacé mis dedos con los suyos y estreché su mano con fuerza. Nessie me soltó con un movimiento brusco y yo sentí un vacío enorme en el pecho. Levanté la cabeza y vi entrar a Eva, seguida del resto de los Cullen.
Me levanté de un salto y fui hacia el fondo del avión. Seguro que Nessie prefería tener a Eva a su lado que a mí.

-Perdona... -le dije a la azafata que nos había acomodado y que estaba apoyada al fondo del avión.
-¿Algún problema señor?
-No, solo... ¿podría sentarme aquí al fondo? Porfavor...
-Claro, acompáñeme.

Me llevó hasta la última fila de asientos y me señaló uno que estaba solo ya que media fila estaba ocupada por una mesa baja. Le di las gracias y me senté. La azafata se acomodó en unos asientos más pequeños del fondo, colocados allí para ellas, y yo respiré profundamente para intentar aliviar el nudo de mi garganta. Nessie y yo ya ni siquiera éramos capaces de sentarnos juntos...

-Lo siento señor -escuché a la azafata desde detrás-. Le indiqué aquel asiento porque pensé que la señorita era su novia.
-Ya... pues no lo es -le contesté más para hacerme yo mismo a la idea que por informar a la azafata.
-Entiendo.

Permanecí en silencio mirando por la ventana. Quedaban quince minutos para despegar y se me estaba haciendo eterno. No quería ni pensar en el montón de horas de viaje que me quedaban por delante.

-Entonces viaja solo -volví a escuchar a la azafata después de unos minutos-. Nadie debería viajar solo a París...
-Supongo que me lo he buscado.
-Yo tengo una semana de vacaciones ¿sabe? Me quedaré en París hasta que tenga que volver a volar.

"A mí que me importa..." pensé. Mantuve mis ojos en la ventana. Ni siquiera podía escuchar a aquella azafata, solo podía pensar en Nessie, en el odio que me tenía, en cuanto me dolía haberla perdido. No me recuperaría de aquello, no saldría del pozo.
Una voz femenina pero grave llamó a la azafata por el nombre de Charlotte. Ella se levantó y de repente sentí sus dedos sobre mi mano. Me acarició y yo me giré hacia ella.
Mi rostro quedó apenas a unos centímetros del suyo, y ella me miró intensamente a través de unos ojos verdes con matices azules que casi me hicieron sentir frío.

-Llámame si necesitas algo, lo que sea. Estoy aquí para servirte -me guiñó un ojo y se marchó sonriendo.

Me quedé totalmente flipando. ¿Qué estaba haciendo esa tía? Me acababa de tirar los trastos descaradamente. Ya lo habían hecho dos tías en pocas horas, y nunca había pensado que me molestaría tanto el contacto de otra mujer que no fuera Nessie. Ambas me habían mirado sugerentemente y me habían acariciado con segundas intenciones. Y ambas habían despertado en mí un sentimiento de asco hacia ellas en vez de cualquier atracción. ¿Tanto se me notaba en la cara que estaba soltero? No quería saber nada de mujeres, yo solo amaba a una mujer y ninguna otra se parecía lo más mínimo a ella. Nunca más volvería a amar, besar o acariciar a una mujer.

El avión empezó a ronronear y se puso en marcha lentamente. Ningún Cullen me había saludado. Y tampoco Eva.

El nudo de mi garganta se apretó con más fuerza. Recliné el asiento y me tumbé de lado, pegando la frente al cristal y observando como nos alejábamos poco a poco del suelo. Y cuando las nubes me taparon la visión, cerré los ojos e intenté relajarme inutilmente, aspirando el olor de Nessie con cada respiración. Y maldije la imposibilidad de bajar de aquel avión...

De repente entraron silenciosos y vaporosamente como siempre mis padres y mis abuelos
El resto de la familia debía de estar ya en Paris. Mis abuelos me saludaron cariñosamente, y mis padres me miraron preocupados.
Y mientras estaba anonada examinando las caras de mis familiares Jake desapareció de mi lado como una bala, y en su lugar me encontré con la sonrisa de Eva.

¿Cómo vas? – me preguntó risueña –
No molesto ¿no? Como Jake casi se ha comido el asiento para escapar de mí....- habló con un tono elevado –
Agaché la cabeza.
Todavía no ha cambiado nada Eva, estoy confusa. De hecho todo es horrible, yo no te he contado nada, pero...creo que...creo que me voy a quedar en Europa a vivir...- le dije casi tartamudeando –
Ella me miró pensativa y me abrazó, después posó su mano sobre mi vientre con ternura y yo la observé con terror. Schhhhh...cierra esa compuerta mental, piensa en Embry...- susurré señalando a mi padre – Ella frunció el ceño y claro que pensó en Embry.
Perdona, no quería recordártelo primi...- dije apenada y volvimos a abrazarnos -

Entonces oí unos comentarios femeninos al fondo del avión, los cuales ignoré al principio, pero que en cuanto se le sumó la voz de Jake todos mis sentidos saltaron alerta. Escudriñé entre los asientos mientras Eva ponía cara de póker, y cogía los cascos para ver una película.
Yo tengo una semana de vacaciones ¿sabe? Me quedaré en París hasta que tenga que volver a volar. Llámame si necesitas algo, lo que sea. Estoy aquí para servirte – dijo con un tono meloso nuestra azafata y tocaba la mano de Jake -

Me quedé perpleja, ¡Esa pedazo de zorra estaba ligando con mi hombre! No podía permitirlo...
Los celos se me hicieron una bola de fuego que me subió desde el estómago hasta el cerebro, y sumados al miedo de que mi padre pudiera atisbar un mínimo pensamiento sobre Jim me hicieron levantarme e ir arrolladora hacia la azafata.
Disculpe señorita...debe sentarse en su asiento, nosotras la atenderemos si tiene alguna petición...- dijo ella con ojos de triunfadora –
Pues mira sí que tengo una petición...quiero que no vuelvas a posar tus sucias manazas sobre aquel hombre, guárdatelas en donde te quepan...y ni se te ocurra abrir esa enorme boca que tienes para hacerle algún tipo de insinuación, porque es exclusivamente mío...y créeme no quieras enfadarme...- hablé señalándola con el dedo, como una vulgar verdulera, y enseguida me arrepentí de amenazarla –
Renesmee Cullen...¿qué forma de tratar a la gente es esa? ¿qué diablos te pasa?– oi la riña de mi padre y lo miré avergonzada –
Disculpa (señorita zorra)...estoy un poco alterada...- dije sin arrepentimiento –
No pasa nada señorita, todos tenemos días malos...estamos aquí para complacerla, ¿necesita un calmante, una aspirina o un valium? – dijo en voz alta tratándome de loca –
Negué con la cabeza, y ella se marchó contoneándose y riéndose de mí muy educadamente, mientras le guiñaba un ojo a Jake.

Jacob a su vez seguía con la boca abierta, y acto seguido comenzó a carcajearse por la situación. Mis mejillas se encendieron de rabia, mientras Eva seguía ajena a todo el movimiento, viendo una película de amor, con cara extremadamente triste. Le apreté la mano para llamar su atención y ella me ignoró, absorta en sus pensamientos. Decidí no molestarla más.

Las risas de Jacob resonaron por todo el jet, y me levanté dispuesta a plantarle cara.
¿Se puede saber qué es lo qué te hace tanta gracia? – pregunté de pie después de plantarme a su lado del pasillo – Acababa de montar mi primera escena de celos, supuestamente al hombre que ya no era mío, que yo misma había decidido que no fuera más mi amor....


Offpost: Os sitúo aquí a todos, para irnos. Disculpad si os he movido tan bruscamente, si posteais en otro lado ya edito el post. Sorry.

Estaba intentando relajarme con el suave contoneo del avión y su delicado ronroneo cuando escuché la voz de Nessie furiosa, atacando directamente a esa tal Charlotte. Abrí los ojos y las miré perplejo.

-Pues mira sí que tengo una petición... -le soltó Nessie con la voz llena de veneno- quiero que no vuelvas a posar tus sucias manazas sobre aquel hombre, guárdatelas en donde te quepan...y ni se te ocurra abrir esa enorme boca que tienes para hacerle algún tipo de insinuación, porque es exclusivamente mío...y créeme no quieras enfadarme...

Me tapé la boca con una mano, en un gesto de absoluta sorpresa. Que Nessie me defendiera de esa forma era lo último que me esperaba. No, era aún mejor, no me defendía a mí si no a "su" hombre. La azafata se dio la vuelta, dándole la espalda a Nessie y me guiñó un ojo. Me dieron ganas de escupirle en él, a ver si así se le quitaba ese estúpido tic.

Miré a Nessie, que seguía echando humo por las orejas y una oleada de calor y felicidad me recorrió todo el cuerpo. Era consciente de que ella no volvería conmigo, pero ya no podía negar que seguía queriéndome, aunque fuera solo un poco. Una tía me había tirado los trastos, y Nessie había reaccionado echando fuego por la boca.

Nuestra mirada se cruzó y no pude evitar echarme a reír. No podía negar que me había encantado su reacción.

"¡Esa es mi niña!" pensé lleno de orgullo. Nessie se plantó frente a mí en dos zancadas y me miró frunciendo el ceño.

-¿Se puede saber qué es lo qué te hace tanta gracia? -me reprochó.

Seguí dibujando una sonrisa de oreja a oreja y la cogí por la muñeca. Tiré de ella y la senté a mi lado, refugiándonos de las miradas ajenas entre los asientos.

-Me ha encantado eso, chica lobo... -le susurré juguetonamente. Nessie me empujó para apartarme de ella, pero yo la rodeé por la cintura y la acerqué a mí-. Vale pequeña, no quieres estar conmigo y no te voy a pedir que hagas nada que no quieras. Pero nunca había visto a una mujer ponerse celosa de un hombre que no era nada para ella... Dime la verdad Nessie, aún me quieres.
-¿¡Pero cómo tienes tanto morro!? -me dijo llena de rabia.
-Vamos Ness... Tú quieres que sea solo tuyo...

La miré fijamente a los ojos y Nessie se ruborizó, aunque hizo todo lo posible por mantener su expresión de cabreo. Me reí una vez más y la abracé con ternura, pese a que ella intentaba resistirse. Me incliné sobre ella y rocé su cuello con mis labios.

-En serio me ha encantado eso -le susurré al oído-. Nunca te había visto tan celosa por mí... que tonta eres amor.

Nessie se revolvió y se desprendió de mi abrazo. Me miró a los ojos, aun cabreada, y volvió al pasillo.

-No me llames amor.

Se dio la vuelta y volvió a su asiento, y yo volví a acurrucarme mirando por la ventana, sin poder aguantar la risa.

Estaba tan furiosa, tan rabiosa, tan enfadada, tan...tan...tan...¡¡¡¡CELOSA!!!!
Jacob tenía razón. Ni siquiera podía entenderlo, si iba a dejarlo, a olvidarne de él, debía respetar que se le acercaran otras mujeres, que saliera con otras chicas que lo harían feliz algún día. Sin embargo aquello me ponía frenética, y lo único que quería era encerrarlo en una cajita de la que sólo yo tuviera la llave. Tener algún superpoder que evitara que nadie lo mirara, que nadie lo tocara, que nadie lo besara...por eso me sentía tan desconsolada ante la idea de que alguna vez estuviera enamorado de mi madre, de otra persona que no fuera yo...Gruñí por lo bajo. Era demasiado territorial con mi Jake. Sí porque era mio, tanto como yo era suya, aunque pronto dejaría de serlo, y todo por mi culpa.

Volví a mi asiento después de sentir el calor que emanaba el aliento de Jake, más nerviosa que nunca. Deseaba que esos labios besaran livianamente mi cuello, para que después me susurraran un “te quiero” apasionado. Pero no podía ser, nuestro final feliz se había desdibujado y aquellas ideas eran descabelladas.

Después de la boda se iría para no volver, y yo me quedaría vacía. Él y sólo él era mi mundo, mi luz, y me iría apagando poco a poco.

Así que debía dejarme de tonterías, y no desearlo ni evitar que alguien se acercara a él. Continuaba riendo divertido, guiñándome un ojo o enviándome un beso furtivo cuando lo espiaba entre los asientos.
Yo fruncía el ceño con cada gesto que me hacía, cruzando los brazos e intentando ignorarlo y dormir. Aunque me estaba muriendo por reír y gritarle que era mi pequeño, mi amor, mi chiquitín...

Pero entonces Jake se irguió para ir a los aseos. No sé ni cómo ni por qué, me quedé embobada mirando su perfectos movimientos, sus pasos seguros, su caída de hombros, la curva de su nuca y la perfección de su trasero...y se giró una fracción de segundo, y, como en un anuncio de perfume, una oleada de su aroma me invadió totalmente y me hizo suspirar atontada.

Él se dio cuenta y me miró sonriendo, pero después pareció entristecerse. Entró inmediatamente al reservado de los baños y tras de sí fugazmente, entre las cortinas, vi la silueta de la azafata y oí un puño tocar a la puerta. Decidí no actuar, aunque sentía como si algo muy malo fuera a estallar en mi interior.

Seguí acurrucado en el asiento intentando dormir, aunque no podía dejar de espiar a Nessie a través de los asientos. No podía dejar de mirarla.
Me di cuenta de que necesitaba ir al baño y que hasta que no fuera no conseguiría dormir, y quería dormir o el viaje sería eterno... Me levanté y caminé en dirección al baño. De pronto imaginé que Nessie se levantaba y me seguía, y que me hacía suyo en el lavabo de aquel avión. Me giré hacia ella deseando con todas mis fuerzas que se levantara y lo hiciera. La pillé mirándome el trasero y se me escapó una sonrisa. Nessie seguía siendo la de siempre, igual de juguetona, perversa y sexy. Pero cuando se dio cuenta de que la había pillado, se giró y me ignoró, en vez de levantarse y venir detrás de mí como yo deseaba, y eso me entristeció.

Aparté ligeramente la cortina que separaba los baños del resto del avión. Me metí en el baño para hacer un pis rápido y volver al asiento, a intentar dormir.
Me estaba abrochando los vaqueros cuando alguien llamó a la puerta. Qué impaciencia...
Abrí la puerta para salir y dejar el baño libre cuando de pronto la azafata a la que habían llamado Charlotte se estampó contra mí. Me metió en el baño y cerró la puerta detrás de ella. Se aferró a mi pelo con dos puños y buscó impacientemente mi boca. Esa tía estaba loca.

-¡¡Eh eh!!... ¿qué haces? -la frené antes de que lograra besarme-. ¿Estás loca?
-Relájate, cariño. Tengo media hora de descanso...
-¿Como que cariño...? Tía te estás equivocando.
-Venga ya, sé que esto te gusta... ¿no te parezco sexy?

La miré sorprendido mientras apresaba sus manos contra la puerta para evitar que volviera a avalanzarse sobre mí. Aquella postura la puso mucho más, y de un salto rodeó mi cintura con sus piernas. La aparté deprisa y abrí la puerta.

-¡Que no me toques! -gruñí entre dientes intentando controlar mi furia-. ¿No te ha quedado claro lo que te ha dicho mi chica o qué?
-¿Tu chica? -me preguntó muy segura de sí misma, tirando de mi camiseta para meterme de nuevo en el baño-. Pues para ser tu chica no se os ve muy juntitos...
-Tía que te quede bien clara una cosa -le dije acercándome a ella para no elevar la voz-. Paso de ti y de todas las tías. Esa chica -señalé hacia Nessie, pese a que la cortina estaba en medio- es la única a la que quiero y no pienso tocarte ni a ti ni a nadie más.

Charlotte inclinó su cabeza hacia mí y sacando la lengua me lamió el labio inferior. El tacto de su lengua me repugnó hasta lo imposible... Me froté los labios con la manga de mi sudadera y empujé a la azafata hacia atrás. Le habría dicho de todo... le habría arrancado la lengua de haber podido. Pero me controlé y la miré fijamente a los ojos.

-¿Qué pasa, no te pongo? -siguió provocándome con una sonrisa estúpida.
-Para nada. No me van las guarras -le disparé lleno de furia-. Si vuelves a tocarme te juro que te arrepentirás.

Me giré y volví a toda velocidad a mi asiento. En cuanto crucé la cortina mis ojos se encontraron con los de Nessie. No sabía si se había enterado de algo o no, pero tampoco iría a preguntárselo.
Volví a sentarme y me hice una bola, dando la espalda al pasillo y mirando hacia la ventana. Me froté una y otra vez los labios pese a que no quedaba rastro de aquella tía en mi boca, pero me había dado muchísimo asco el lametón que me había dado. Nessie me miró entre los asientos creyendo que yo no la veía, y yo reaccioné encogiéndome mucho más. Si Nessie creía que había pasado algo con esa tía, Charlotte sería la segunda en mi lista de asesinatos.

Jake había salido del lavabo disparado, con la misma cara que se le pondría si dentro se hubiera duchado un vampiro.
Pero yo lo había oído todo, desde que aquella zorrona había tocado la puerta del aseo no pude evitar espiar. Pero Jake no me defraudó lo más mínimo, ni siquiera noté un ápice del calor que desprendía cuando se excitaba. No había disimulado sus palabras, nunca podría besar a otra que no fuera yo. Mis labios eran suyos, y sus besos me pertenecían...éramos dos amantes insensatos.
Pero esto no se iba a quedar así, estaba furiosa contra aquella azafata. ¿Qué clase de mujer era que no respetaba el amor de otra persona? Se iba a enterar...

Charlotte...¿puedes venir un momento? - llamé con voz imponente -
Ella se acercó arreglándose el dobladillo de la falda, y me miró burlonamete. Dígame...¿qué desea?
Deseo pegarte una ostieja - pensé -
Quiero hablar con tu supervisor de inmediato - ordené inquisitiva, al estilo educado que me había enseñado mi tía Rose, se lo agradecía enormemente -...me has ofendido a mí y a mi amigo Jacob. - hice un mohín señalándolo -

Ella abrió los ojos y el jefe de cabina se acercó, atraído por el escándalo. Toda mi familia estaba pendiente de mi reacción, me había vuelto una borde imprevisible y eso no le gustaba a mi madre.
Buenas noches, mi nombre es Carl, ¿en qué puedo ayudarle? -dijo educado el supervisor -
El mío es Renesmee Cullen, y estoy muy descontenta con el comportamiento y el trato de su empleada - dije molesta - No me esperaba esta clase de servicio...
Ella ha tenido la desfachatez de hacer insinuaciones a mi novio..., y acabo de verla acosándolo en el baño...pero, independientemente de eso los comportamientos indecentes, el exceso de confianza y por último el contacto físico son motivos de sancción ¿verdad señor Carl? - pregunté altiva -´

El supervisor la miró enfadado, a punto de levantar la voz.
Es mentira señor, esta chica me ha cogido manía desde que ha subido al avión...¿cómo voy a portarme así con un pasajero de primera clase señor? Mi educación es selecta...y nunca he cometido una aberración como esa...- dijo seductora - Mire Srta. Renesmee siento que se pueda haber sentido abrumada por mi persona, a veces causo ese efecto en las personas...pero por favor deje de injuriarme...- me dijo amenazante -

Me quedé perpleja, el supervisor me miró sopesando la verdad de mi versión, y entendí que era una hipócrita de mucho cuidado la tal Charlotte. Tendría que arreglármelas para hacer valer mi versión...pero entonces observé cómo Jake se levantaba y se acercaba a pasos agigantados hacia nuestra divertida reunión.

Escuché y observé disimuladamente como Nessie se vengaba relajadamente de aquella ninfómana, y me costó aguantar la risa. Me encantaba que Nessie se mostrara fuerte y decidida, y que demostrara a todo el mundo que yo era suyo y de nadie más.
Pero cuando intuí el despido de Charlotte en las palabras de Nessie, tuve que levantarme e intervenir. Charlotte no era más que una mujer que había querido algo conmigo, y ella no sabía ni que habia intentado tirarse a un lobo, ni que Nessie era una medio vampiro de armas tomar.

-Soy Jacob Black, señor -dije presentándome al supervisor de la azafata, y él me saludo estrechándome la mano-. Siento tener que decirle que Renesmee solo ha dicho la verdad. Me he visto... incomodado por esta señorita en el baño.

El supervisor la miró con dos ojos como platos y la azafata seguía negando una y otra vez con la cabeza.

-Sin embargo... -seguí para llamar la atención del hombre-. No querría presentar ninguna queja. Como usted entenderá he evitado esa situación de la mejor forma que he podido. Pero no quiero causarle ningún problema a usted. Solo le pediré que esta señorita no vuelva a acercarse a mí ni a Renesmee, porfavor. Si se acerca a nosotros me veré obligado a denunciar los hechos.

Respiré nervioso y el supervisor volvió a estrecharme la mano.

-Por supuesto, caballero. Siento mucho lo ocurrido y le prometo que no volverá a pasar. Gracias por su comprensión. En seguida le traeré una hoja de reclamación para que presente la correspondiente queja si así lo desea.
-No, ya le he dicho que no es necesario. Por el momento -maticé clavando mis ojos en Charlotte.

Miré a Nessie y le sonreí de lado, disimuladamente, aunque ella me miraba llena de rabia. De haber sido por ella, habría tirado a Charlotte del avión para abajo, estaba seguro de ello.

-Charlotte ocúpate de la parte delantera del avión a partir de este momento y no quiero volver a verte en esta zona.

La azafata y el supervisor desaparecieron por el pasillo en dirección a la parte delantera. Miré a Nessie y me incliné ligeramente hacia ella.

-Relájate, leona... -le susurré en voz baja y le acaricié la mejilla con dulzura.

Eva miraba la escena totalmente atónita, con los auriculares puestos y una pantalla delante donde estaban proyectando "Love Actually". Me reí ante su expresión y me alejé de ellas, volviendo a mi asiento solitario a través del pasillo.

¿QUÉEEEEEEE? Jake no me había dejado vengarme, ahora el supervisor se creería que yo era una histérica, y aquella tía se merecía un despido. Ella me echó la lengua cuando salía detrás del supervisor hacia la cabina. Rasgué el cuero del asiento. Y a Jake lo miré con rabia.

Relájate, leona...- dijo gracioso acariciándome la mejilla -
Déjame en paz, si a ti esto no te importa nada, no te importa cómo me siento, no sé por qué me meto donde no me llaman...perdona porque casi te fastidio el ligue. Me ha quedado muy claro...Nessie no se va a preocupar de con quien ni a quien besa Jacob, ni tampoco si le gusta o no...porque ya no hay nada...¿no? YA veo lo que importa...- le reprochaba y movía las manos nerviosamente -
Eva estaba boquiabierta, y mi familia estaba clavada en el sofá. Les eché una mirada de aviso: nadie debía interferir en mi discusión, esto era entre Jake y yo. Se giraron todos y se hicieron los pasotas. Eva seguía con los cascos y se alejó un poco de mí. Debía dar mucho miedo cuando balbuceaba así.

Y claro...Charlotte es guapa, más que yo por supuesto, es azafata, rubia, ojos azules, metro ochenta y ninfomana...perfecta para alguien tan perfecto como tú...y ¿a mí que? Yo soy estúpida, idiota por dejarte ir...pero no puedo, no puedo más...y ahora esto...todo es una mierda...- hablaba como una posesa ignorando todo a mi alrededor, a punto de darme un ataque -

Entonces Jacob me irguió en brazos, miró a su alrededor para tranquilizar a los demás y me llevó al asiento del fondo del avión.
Ya basta Ness...Te quiero pequeña, perdóname ya...- susurró y nos miramos fijamente, con los ojos vidriosos por la emoción -

Nessie tenía un cabreo monumental. Todo lo que yo hacía le molestaba. Y encima, yo me había quitado a esa tía de en medio y ella creía que me interesaba... Ya no podía aguantar más esa situación.
Rodeé a Nessie por la cintura y la levanté, llevándomela conmigo a mi asiento, al fondo del avión.
Me senté y la acomodé sobre mi regazo, abrazándola y acunándola como lo hacía cuando aún era una niña. Nessie me miró fijamente a los ojos y yo me sentí completamente perdido.

-Ya basta Ness...Te quiero pequeña, perdóname ya... -le supliqué mirándola fijamente-. Deja de odiarme por algo que pasó antes de que tú nacieras, por favor Nessie. Te he amado con toda mi alma desde que naciste y vivo por ti desde ese día. Y lo sabes joder, lo peor es que lo sabes... ¿No lo ves cariño? Estoy más muerto que vivo. Perdóname ya, porfavor Nessie, no puedo vivir sin ti. Ya no puedo más, no puedo más joder...

Se me rompió la voz y me sentí ridículo. Ya no sabía qué más hacer, solo me faltaba arrastrarme por el suelo y besarle los pies.

-Nessie, porfav...
-Cállate Jacob -me cortó.

La miré sorprendido, pero no aflojé mi presa alrededor de su cintura. Nessie se acurrucó en mi pecho y apartó sus ojos de los míos. Hundió su rostro en mi cuello y yo aguanté la respiración nervioso. No entendía nada, no entendía qué quería Nessie, si me odiaba, si me quería, si me detestaba o si me necesitaba... Ya no podía entender nada.

Incliné la cabeza hacia atrás y cerré los ojos. Nessie se levantó un poquito y sentí su mejilla contra mi cuello. Suspiré y respiré hondo, aferrándome a ese instante con uñas y dientes, y la abracé con más fuerza contra mi pecho.

Claro que sabía que me amaba, tanto como yo a él. No necesitaba recordármelo. Pero me dolía tanto todo, estaba tan confusa, me sentía tan pequeña...Jake, mi único amor, el único que podía hacerme tantísimo daño.
Me acurruqué entre su cuello y su pecho, deseando fundirme dentro de él, para no preocuparme más, para no sentir nada más que su corazón, para vivir en su interior...me sentía frustrada de no controlar mis sentimientos. Siempre había sido una persona racional, equilibrada y razonable. Pero el amor llega a enloquecer, y así estaba yo.

No quiero confundirte Jake, sólo déjame estar así un rato...lo necesito...- susurré comenzando a dormirme con el son de su corazón -
Puse mi mano sobre su pecho y comencé a recordar, y, a hacerle ver a Jake, toda nuestra historia.
Cuando fui consciente de que él me acunaba cuando era bebé, su ternura y la diversión en sus juegos, su protección a todas horas, su primer beso, mis rabietas y lloros, cómo cazaba para alimentarme, nuestras risas, nuestra primera vez...la vergüenza, la impotencia, el dolor de la carta, mi odio...todo hasta que me quedé profundamente dormida.
Sin embargo, en mis sueños sus brazos se cerraban cada vez más en torno a mi cuerpo, y sus besos me llenaban de cariño. Revivía una felicidad perdida, y noté cómo sonreía dormida...

[…] Señores pasajeros nos congratula informarle de que la llegada del vuelo 815, con salida en Seattle, tomará tierra en aproximadamente 40 minutos en el aeropuerto Charles de Gaulle de la capital francesa. Son las 06:10 de la mañana hora local. Por favor acomódense en sus asientos y abróchense los cinturones. Les agradecemos la confianza depositada en AirForks para viajar. Bienvenidos a la ciudad del amor, y bon voyage.

Desperté sobresaltada por el “Ding dong ding”, y abrí los ojos entornándolos. No reconocía el lugar donde había dormido. Me dolía la espalda, tenía una pierna medio muerta por la falta de circulación y un sofocón impresionante. Estaba empapada en sudor y cuando vi los brazos de Jake a mi alrededor me di cuenta del motivo, había dormido abrazada a una estufa humana. Estremecí un poco y miré su rostro tranquilo…

Lo aparté un poco bostezando, él todavía no había despertado. Me senté en el asiento contiguo, y me puse el cinturón. Después se lo abroché a él también, no quería que ninguna azafata tuviera una excusa para acercársele. Seguía durmiendo y yo me desperecé un poco, silenciosamente, pensando que a pesar de dormir en un avión, había descansado demasiado bien, y que tenía la cabeza totalmente despejada…eso sí, necesitaba con urgencia una ducha. Cuando llegáramos al hotel me iba a tirar dos horas en un baño de burbujas.

Jake seguía dormido, Eva leyendo y mis padres y abuelos charlando animadamente. El viaje había sido largo, y sólo Eva, Jake y yo parecíamos sufrirlo. Estábamos en la ciudad del amor por excelencia, para asistir a una boda…¿y yo pretendía olvidar las últimas noches, olvidar a Jake? Aquello era perfecto para comenzar una nueva vida….Jake a mi lado, y romanticismo puro y duro en el ambiente! Me iba a costar demasiado…

Había dormido durante la mayor parte del viaje como un bebé en su cuna. Me sentía tremendamente cómodo, y tener a Nessie dormida y relajada entre mis brazos era algo que ya había aceptado que no pasaría nunca más. Así que le estaba profundamente agradecido por darme la oportunidad de seguir amándola, pese a que ya no fuera correspondido, y me acurruqué con ella deseando que aquello no acabara nunca.

Cuando el piloto anunció por megafonía que estábamos a punto de aterrizar, lo odié profundamente. Mi felicidad se acercaba poco a poco a su fin.
Mantuve a Nessie entre mis brazos y los ojos cerrados. Ella empezó a revolverse y a desperezarse. Bajó de mi regazo quejándose gruñonamente y me pareció la mujer más dulce del mundo. Yo aún seguía medio dormido cuando Nessie se sentó en el asiento contiguo, me puso el cinturón y se acomodó para esperar el aterrizaje.

Empecé a ronronear y a estirarme, despertándome poco a poco, aunque la fuerte luz del avión no me permitía abrir los ojos aún. Me incliné hacia Nessie y pasé un brazo por encima de sus hombros y el otro alrededor de su vientre. Nessie se tensó y apoyó una mano en mi pecho, pero yo me acerqué más a ella y le susurré al oído.

-Ni se te ocurra apartarme Nessie... -le dije con una media sonrisa y los ojos aún cerrados-. Si esta va a ser la última vez que me dejes abrazarte, déjame exprimirlo al máximo. Ya tendrás tiempo para odiarme cuando bajemos del avión.

Nessie dudó un momento mientras yo seguía abrazado a ella, hundiendo mi rostro en su cuello. Y después de un minuto, apartó el reposabrazos que había entre los dos y se estrechó junto a mí. Sonreí de oreja a oreja y aspiré su olor tanto como pude, hasta que me dolieron los pulmones.
La abracé casi con desesperación. No quería aterrizar, no quería separarme de ella. Sentía su mejilla sobre mi frente mientras yo apretaba la nariz en su cuello, y el calor de sus pequeñas manitas sobre mis hombros.
Aquello era perfecto. Nada más importaba. Pero solo duraría unos minutos, y tenía que disfrutarlo ya que el dolor que había perforado mi pecho desde que Nessie me había dejado no tardaría mucho en volver a torturarme...

Deslicé mis labios lentamente por su cuello y sentí que era un aprovechado. Sí, me estaba aprovechando de la situación, me estaba aprovechando de que Nessie hubiera tenido un ataque de celos y de que todos nuestros sentimientos se hubieran intensificado mucho más por el cabreo, los celos, y la necesidad de ambos. Sabía que no volvería a tenerla así y que esa había sido la última noche que dormiría abrazado a ella.
Así que... ¿qué había de malo en aprovecharse un poquito? Sabía que incluso en ese momento la trataría con toda mi dulzura.

La abracé con fuerza y cubrí de suaves y pequeños besos su cuello y la línea de su mandíbula.

-Gracias por esta noche, Nessie -le susurré al oído.

Me separé de ella y abrí los ojos. Nos miramos fijamente y yo acaricié su mejilla con la yema de mis dedos a modo de despedida.
No me despedía de ella, sabía que seguiría teniéndola y no iba a vivir sin verla. Pero era una despedida física: no volvería a abrazarla, ni acariciarla, ni a besarla nunca más, y tenía que retener todo su tacto, su olor y su sabor en mi memoria.

Dejaba un rastro de fuego y de ternura en mi piel con cada contacto de sus labios sobre mi cuello. Tenía escalofríos de deseo, de rabia, de frustración y de tristeza. Aquella era nuestra despedida, claro que lo sabía, a menos que yo dejara mi estupidez a un lado y lo perdonara. No quería pensar en eso, sólo quería permanecer allí todo el tiempo del mundo, y poder morir entre aquellos brazos.

Gracias por esta noche, Nessie - susurró emocionado –
No debes agradecerme nada, te he dado todo el amor que tengo en el corazón…no puedo negar que te amo, pero cuando el destino decide y yo misma sé que no puedo hacerte feliz, porque me siento arrinconada, todo debe terminar…por favor, perdona mi rencor, pero simplemente no sé por qué te estoy apartando de mí….- susurré cada vez menos convencida de lo que estaba haciendo –

Gracias por amarme como lo has hecho Jake, siempre estaré en deuda contigo…siempre serás el único… – afirmé mirándolo a los ojos, intentando contener las lágrimas, me sentía la persona más torturada de este mundo –

Después simplemente lo abracé por un rato que se me hizo demasiado corto. Notamos el descenso del avión, y las instrucciones de las azafatas ante el aterrizaje. Ignoré todo, nada me importaba más allá de aquel último abrazo…

Me quedé abrazado a Nessie, sin que nada más importara a parte de nosotros dos. Nos estábamos despidiendo, o al menos le estábamos diciendo adiós a la vida increiblemente maravillosa que habíamos compartido hasta ese día.
El avión aterrizó con un golpe sordo, y yo aún me quedé unos minutos abrazado a Nessie. Finalmente la gente empezó a levantarse y a cojer sus equipajes de mano, y yo me obligué a separarme de Nessie.
Al apartarnos, intentando alargarlo al máximo, mi nariz rozó la suya un segundo. Sus labios estaban ahí, a un centímetro de los míos, y me incliné hacia ella para besarla por última vez.
Pero justo antes de que mis labios rozaran los suyos, cerré los ojos y me aparté de ella. No podía besarla. Si la besaba todo sería muchísimo más difícil.
Me obligué a ser fuerte y me levanté de mi asiento. Eva y el resto de los Cullen también se habían levantado unas filas más alante, y la mitad de pasajeros ya habían desembarcado. Caminé por el pasillo en silencio, sintiendo los ojos de Nessie en mi nuca.

Había desaparecido cualquier rastro de felicidad. Sabía que llegaría el momento en que el mundo se me derrumbaría encima, y estaba pasando justo en ese instante. Era consciente de que Nessie ya no estaba conmigo, ya no volveríamos a estar juntos como algo más que amigos. Tal vez ni siquiera seríamos capaces de ser amigos. Había perdido a mi Nessie y no veía la forma de reparar ni superar aquello.

Y como no, el dolor de mi pecho volvió, perforándome lentamente como si una tuerca oxidada entrara a presión agujereando mi corazón.

Respiré profundamente y disimulé tan bien como pude. Mis ojos se encontraron un momento con los de Edward y el hecho de que pudiera estar en mi mente en un momento tan íntimo me llenó de furia. No tenía derecho a urgar en mi mente, y menos cuando todo ese dolor me lo provocaba una ruptura con su hija...
Intenté ignorarlo y me acerqué a Eva, que estaba bajando su maleta de mano del portaequipajes.

-¡Eh tú! -le dije intentando sonar indiferente-. ¿Piensas saludarme o tengo que pedir hora?
-Has sido tú el que te has largado del asiento sin saludar -me dijo mirándome irónicamente.

Le hice un gesto sutil hacia Nessie y puse cara de resignación.

-Ya, bueno, no hay excusa...
-Supongo que estamos en las mismas -le dije al darme cuenta de que al final no había venido Embry. Estaba tan absorto con Nessie que no lo había pensado.
-No, no estamos en las mismas.

Zanjó Eva, y tenía razón. Ella no tenía a Embry a su lado y yo sí a Nessie. Pero ella seguía su relación con Embry pese a que estuvieran físicamente separados, y mi relación con Nessie había acabado sin vuelta atrás. No entendí si Eva me lo había dicho refiriéndose a que ella tenía más suerte que yo, o al contrario. Aunque estaba claro que de los dos, la afortunada era ella.

off post:ok entonces rumbo a paris

Había intentado entablar conversación con Eva para saber porqué estaba tan distante conmigo. Pero ella se limitó a seguir igual de fría. Me pidió que caminara delante de ella y me sentó un poco mal... Si quería librarse de mí al menos lo podría haber hecho con un poco de disimulo.

La adelanté y caminé en silencio hacia la zona de recogida de equipajes. Nessie y Eva caminaron juntas y hablaron en voz baja. Bella fue junto a Edward y él la rodeó por los hombros, estrechándola contra su cintura. Carlisle y Esme se besaron con ternura y caminaron cogidos de la mano.

Los observé, sintiendo aún el calor de Nessie en todo mi cuerpo y oyendo sus pasos detrás de mí. Escondí mis manos en los bolsillos de mis vaqueros y agaché la cabeza. Nunca me había sentido tan solo.
Nessie me había dejado, los Cullen me ignoraban, y Eva me trataba como si fuera lo peor. Qué imbécil había sido yendo a París, debería haberme quedado en casa...

Llegamos a recoger las maletas y la de Nessie salió entre las primeras. Aproveché ese momento en que Ness se acercó a recogerla para acercarme a Eva. Si tenía que aguantar el haber perdido a Nessie, no estaba dispuesto a aguantar también que los demás se metieran en mi vida.

-Eva... -murmuré casi en un gruñido al llegar a su lado. Ella me miró de reojo-. No te pongas borde conmigo porque ya no esté con Nessie. Ni siquiera sabes realmente lo que ha pasado. Y que yo sepa, yo no he sido grosero contigo.

Eva se giró hacia mí al escuchar mi tono hostil y me miró con sorpresa.

-Jacob, en serio... tú eres tonto ¿no? -me soltó pillándome desprevenido.

Nos levantamos y comenzamos a salir en cola, Jacob se alejó de mí, y Eva me agarró la mano, moviendo la cabeza señalando a Jacob, en un gesto primitivo de preguntar "¿Qué tal?".
Agaché la cabeza y negué.

Es definitivo, nos hemos despedido...me quedaré aquí Eva, todavía tengo que decírselo a mis padres, pero supongo que les haré ilusión...siempre han querido que amplie horizontes. ¿Qué tal estás tú? Oye...cuenta conmigo para lo que sea, siento haberte dejado sóla, ahora estaré contigo todo el tiempo que me necesites...- susurré mientras la agarraba de brazo y le daba un beso -

Pero entonces Jake se giró y le dijo algo, llevándosela unos metros por delante de mí. Yo los adelanté y continué mi camino, bajando del avión apurada.

-¿Cómo estas pequeña?-le dije a Nessie una vez que Jacob se alejo con su calor y sus más que claras maneras y formas quileutes grrrrrrrr.

-Bien...¿de que hablabas con Jacob?-preguntó curiosa.

-Le pedía que moviera su hermoso trasero quileute lejos de mí, no puedo evitar que me recuerde en todo a Embry y me pone algo enferma.-le dice haciendo un encogimiento de hombros y ella se rió pegandome un codazo.- sois unos bobalicones.-le dije mientras ella me fruncía el ceño y yo le sacaba la lengua

-¿De qué hablabais vosotros?

-Es definitivo, nos hemos despedido...me quedaré aquí Eva, todavía tengo que decírselo a mis padres, pero supongo que les haré ilusión...siempre han querido que amplie horizontes. ¿Qué tal estás tú? Oye...cuenta conmigo para lo que sea, siento haberte dejado sóla, ahora estaré contigo todo el tiempo que me necesites...-dijo besandome y agarrando mi brazo con ternura.

-No te preocupes por mí, pero gracias..-le dije mientras se dirigia a por las maletas. Acto seguido Jacob se situo a mi lado y erguí mi cabeza ignorandole y mirandole de reojo.. que cansino podía llegar a ser este chico...
-Eva... No te pongas borde conmigo porque ya no esté con Nessie. Ni siquiera sabes realmente lo que ha pasado. Y que yo sepa, yo no he sido grosero contigo.

Me giré sobre mis pies y le miré aturdida... enfadrame con él por lo de Nessie... si el era lo mejor que había en la vida de mi pequeña...

-Jacob, en serio... tú eres tonto ¿no? -le espeté.- Creo que el amor que os teneis es mayor del que jamás nadie entenderá so idiota, no creo que haya nadie mejor en este mundo para ella que tú.- le dije entre dientes mientras me acercaba a él poco a poco hasta agarrarle de la pechera y casi gruñirle en sus narices.- ¿no te has planteado que puede molestarme tu presencia y tus maneras por tus similitudes lobunas con un personita indeseable que no se ha dignado si quiera a desearme buen viaje?

Jacob quedo flasheado y sin darle tiempo a contestar me dirigí a por mi maleta q salia seguida de la suya y le añadí por lo bajinis.

-En su momento no te descubrí, asume tu error, y arregla tu imprimación antes de que te corte tus hermosas piernas quileutes Jacob Black.

Me quedé parado mirando a Eva y no me di cuenta de que mi maleta había pasado por delante de mí. Esperé a que Eva cogiera su maleta y volviera a mi lado para reprocharle, pero en cuanto llegó siguió atacándome.

-En su momento no te descubrí, asume tu error, y arregla tu imprimación antes de que te corte tus hermosas piernas quileutes Jacob Black.

Me acerqué a ella y me incliné para hablarle entre dientes, intentando que Nessie no nos escuchara.

-Escucha Eva, yo nunca le he mentido a Nessie. La amo y lo sabes, se lo he explicado todo, le he pedido perdón mil veces y he hecho todo lo que podía. Pero ella ha elegido que no quiere seguir conmigo y yo no voy a seguir presionándola. No voy a obligarla a quererme si no es lo que desea...
-Bah... -me ignoró Eva haciendo un gesto de indiferencia con la mano.
-Y perdona si te recuerdo a Embry, pero tú al menos sabes que podrás volver a casa y él te estará esperando.

Mi maleta volvió a pasar por delante de mí y alargué un brazo para cojerla mientras Eva seguía lanzándome rayos por los ojos.

-Y perdona si te recuerdo a Embry, pero tú al menos sabes que podrás volver a casa y él te estará esperando.-dijo hiriendome profundamente y me gire hacia el con los ojos echando chispas y fuegos artificiales con doble tirabuzón incluidos.

-Y tu como narices sabes eso tio listo... tu que sabes si me espera o no, tu que sabes si me ama o no... ¿si estuviera imprimado de mi no habría venido aquí como tu has hecho con Nessie?¿ no os obliga a eso la maldita imprimación?. Segun dices no estais juntos pero habeis dormido abrazaditos.. que más quieres!!! él ni siquiera ha venido ni siquiera se ha molestado...uhhhhhhh cuando me ama.-dije echando todo el veneno que mi boca destilaba en esas frases.- Demuestra ser un hombre y arreglalo, no seas un niñato como EMbry y pierdas a tu "imprimada" para siempre.

Miré a Eva con rabia y apreté el asa de mi maleta con un puño.

-Lo sé perfectamente porque conozco a Embry desde que nací. Y precisamente por eso sé que aunque esté totalmente enamorado de ti, sigue siendo el mismo idiota y cabezota de siempre. Que no haya querido venir a la boda no demuestra que no te quiera Eva, abre los ojos... creo que conoces bastante bien a Embry como para saber que está completamente loco por ti, pero que a veces necesita un empujón -la miré y por un momento pensé que estaba a punto de darme un bofetón. Pero ella me miró fijamente, y yo seguí soltando toda mi rabia-. Y si he dormido con Nessie es porque era nuestra última noche juntos... nuestra última noche Eva, ¿acaso sabes como me siento al pensar eso? No me vengas ahora con que en el fondo no sabes que esto es un bajón con Embry pero que volverás estar a su lado, alomejor mañana mismo, y te amará más que nunca. Pero yo no volveré a estar con Nessie y te aseguro que no es porque no lo haya intentado... te aseguro que haría locuras por ella, y no sabes lo que he llegado a hacer -la imagen de Jim destrozado por mis golpes pasó por mi mente y yo me apresuré a eliminarla de mis pensamientos antes de que me pillara Edward-. Mira estás haciendo una montaña de un grano de arena. Tú no has perdido a Embry ni él a ti. Y te aseguro que es mucho más frustrante dormir abrazado a la persona a quien amas sabiendo que en el fondo esa persona te está odiando profundamente...

Me quedé callado sin apartar mis ojos de los de Eva y me arrepentí de haber dicho todo eso. No tenía que darle explicaciones ni tenía que aguantar sus impretinencias cuando ella no sabía nada de lo que había pasado, y mucho menos sabía nada del vacío que sentía en mi interior, y el dolor que me oprimía el pecho dejándome sin aire.

Eva echó a correr apartándose de mí y metiéndose en el baño. Me quedé helado y de golpe me di cuenta de que le había hecho daño. Dejé mi maleta junto a la suya y fui hacia el baño andando a grandes pasos.
Cuando llegué frente a la puerta, llamé golpeándola con un puño e intentando escuchar algo en su interior.

-Eva... ¿estás ahí? -la llamé elevando la voz-. Perdona Eva, no quería ser borde contigo. Lo siento... estoy jodido y la he pagado contigo, tendría que haber cerrado la boca. Venga Eva, no te pongas así, sal de ahí...
-Quita... -me dijo Nessie empujándome hacia un lado y entrando en el baño.

Me quedé parado mirando la puerta que se había cerrado detrás de Ness, y me sentí solo e inútil. No era capaz de amar, no era capaz de conservar a los amigos, ni siquiera podía entrar en fase... Era un completo inútil.
Volví unos pasos hacia atrás, a donde habíamos dejado las maletas. Dejé la mía en el suelo y me senté encima, y puse las de Eva a mi lado. Apoyé los brazos sobre las rodillas y escondí mi rostro entre ellos, respirando lentamente para intentar relajarme y mantenerme entero.