Vacaciones de ensueño (Lost in EsmeIsland) +18

Señores pasajeros, abróchense los cinturones nos disponemos a tomar tierra en la pista central de la Isla...recuerden que el reloj se atrasa 7 horas con respecto al horario parisino, aquí son las 11 de la mañana...-anunció por megafonía el piloto del jet privado que nos transportó desde el aeropuerto cercano hasta la Isla de mis abuelos-

Bienvenido al paraíso cariño...-susurré mientras acariciaba la mano de Jacob y contemplaba maravillada el mar cristalino que rodeaba el islote-
Podía sentir la emoción en el ambiente, aquellas serían las vacaciones de nuestra vida.

Durante todo el viaje se podía palpar la emoción en el aire. Excepto en los pocos ratos que pasamos durmiendo (en los que no dudé en acurrucar a Nessie sobre mi pecho), estuvimos todo el tiempo bromeando y riendo, y se notaba que todos teníamos unas ganas enormes de llegar a la isla y empezar nuestras vacaciones privadas de una vez por todas.
Nessie no paraba el culo quieto en el asiento, y yo sabía la ilusión que le hacía pasar unas vacaciones en la isla donde había sido engendrada. La miré de reojo y sonreí al verla tan feliz. Unos días antes habría jurado que nunca volvería a verla tan feliz... al menos no conmigo.

En cuanto pisó la arena de Isla Esme empezó a dar saltitos hacia la casa. No dejaba de admirarlo todo y de apresurarse de un lado a otro. Me recordó a cuando era pequeña y corríamos por el bosque...
Nessie se giró para mirarme con una enorme sonrisa y me extendió sus manos, reclamándome a su lado. Sonreí a Eva y Embry, y dejándolos solos me apresuré hacia Nessie.
Pero ignoré sus manos y la levanté pasando un brazo por su espalda y el otro tras sus piernas. Nessie soltó una carcajada y yo me apresuré hacia la enorme y única casa de la isla. La verdad es que era una pasada.

-Ya sé que esto debería hacerlo cuando nos casemos pero... ¿qué importa? -le dije riendo con ella, y aún manteniéndola en brazos, crucé la puerta con cuidado de no golpearla-. Bienvenida mi amor.

Le susurré al oído antes de quedarnos boquiabiertos contemplando el interior de la casa.

Subimos al lujoso Jet que nuestra ALice nos había dejado hermosamente preparado y nos dirigimos al destino paradisíaco de brasil, isla Esme.
EL viaje s eme hizo interminable, odiaba los aviones y mis oidos no dejaban de embotarse con la maldita presión, que encima tenía el curioso efecto de adormecerme y dejarme embotada para todo el trayecto.

Pero todo estaba eclipsado cuando Embry me tocaba, nadie podía hacerme más feliz tan solo con una caricia.
Me quede sobada contra una de las ventanillas a la horay media de viaje y pronto volví a soñar. Era un sueño muy vívido, ya había estado allí antes. Me revolví inquieta despertandome y al abrir los ojos me encontraba recostada sobre un soporífero Embry que llevaba sus cascs con una música atronadora al máximo. Me dediqué a observar ala parejita feliz el resto del viaje mientras acariciaba suavemente con mis dedos el brazo que EMbry había estirado sobre mi protectoramente.

Se les veía felices, pero felices hasta un límite que estaba segura que ningún ser humano sería capaz de sobrellevar con normalidad. Sus miradas lo decian todo, cada gestoestaba cargado de significado. Me quedé en mi nube de pensamientos cuando porfin el comandante nos avisó de que estabamos aterrizando.

Me giré para observar a Embry y le anudé el cinturón maniobrando entre sus brazos. Dejé un suave beso en su perfecta nariz y me fuí a poner algó mas ligero al baño. Volví y me senté en mi asientoentrelazando nuestros dedos y posé su mano sobre mi rodilla mientras admirada el idilico paisaje.

Esto iba a ser un sueño, una isla, cuatro grandes amigos, tiempo indefinido, umm ¿que mas se puede pedir?.. a sí.. yo sé que más se puede pedir y en ese momento su cálido aliento en mi mejilla me lo estaba apunto de dar.

-Buenos dias enana.-su aliento rozó mi oreja rspigandome y depositó un casto pero tierno beso en mi mejilla ala vez que se asomaba conmigo a la ventana.


Descendimos con nuestras maletas y Nessie pareció volverse loca. Corría e irradiaba alegría por todos sus poros contagiandonos a los tres que sonreiamos viendola así de feliz de nuevo. Jacob nos miró significativamente y yo le regalé una sonrisa de "adelante campeón mientras EMry me agarraba de la mano y dejaba las maletas en el suelo.

-Vamos a dejarles su momento estúpido y empalagoso de recien prometidos, ven conmigo.

Caminamos hacia una cala cercana a la casa para darles unos minutos de privacidad. Embry se quitó la camiseta mientras yo recordaba que tenía que cojer algo de la maleta.

-Vengo ahora mismo amor.-dije corriendo hacia las maletas mientras él se arremangaba los pantalones llendo hacia el agua.

Me recogí el pelo en un móoo medio deshecho y saqué una de las rosas que me había regalado y me la pusé en él. Arrglé alisando mi vestido con las manos y volví hacía la arena donde me esperaba mi destino y mi razón de ser.

Corrí hasta llegar a unos metro detrás de él. Estaba sentado mirando el horizontey se giró para mirarme y dedicarme con una de las mejores sonrisas que le había visto en mi vida. Sus ojos se iluminaron y camine hacia él. Me acomodó entre sus piernas aspirando el olor de mi pelo mientras me abrazaba y yo disfrutaba del calor de ellos, pese a la agobiante temperatura ambiente.

-He soñado esto...

-He soñado esto... -le susurré a Eva envolviéndola con mis brazos y mis piernas, y reviviendo aquel sueño que una vez tuve. Aunque esta vez era real, y no podría ser más perfecto.
-¿Y qué ocurría en el sueño? -me preguntó Eva cerrando los ojos y recostando la cabeza sobre mi pecho ahora desnudo.
-Que... era feliz -le dije de forma empalagosa-. Ambos lo éramos.

La incliné hacia atrás hasta recostarla sobre mi brazo, y Eva abrió los ojos para mirar fijamente a los míos. Apoyó su mano cálida en mi mejilla y yo me incliné hacia ella para besarla con ternura. Alargué nuestro beso deliberadamente, sabiendo que en aquel momento, y en aquel lugar, nuestro último enemigo era el tiempo. Así que la fui envolviendo cada vez más entre mis brazos a la vez que mis labios y mi lengua exploraban cada rincón de su boca tan lentamente como mi deseo me lo permitía.
Suspiré entre sus labios, y entonces fui consciente de que Eva se había incorporado, apretando sus dedos en mi nuca y estampándose contra mi pecho. La rodeé por la cintura hasta sentarla sobre mí y ella se acomodó envolviéndome con sus piernas.

La besé una vez más en la comisura de los labios y Eva apoyó sus manos en mi pecho, y su mejilla entre ellas. La acuné cariñosamente y hundí mi nariz en su pelo como tanto me gustaba hacer.

-Podría quedarme así... aquí para siempre. Solos tú y yo -murmuré odiando cada palabra que pronunciaba y que me impedía inundarme de su aroma.
-Mmmm... -asintió ella contra mi piel mostrándose de acuerdo a mi propuesta y haciéndome cosquillas.
-Y la casa parece una pasada, aunque apeste de esa manera -Eva levantó la cabeza y me miró curiosa y divertida-. Sí, apesta a sanguijuela.

Ambos nos reímos y yo aproveché para cambiar nuestros papeles. Extendí mis brazos cubriendo tanta superficie de su cuerpo como me era posible, y apoyé la mejilla sobre su pecho. Eva me envolvió tanto como pudo repartiendo sus brazos entre mi cabeza y mis hombros, y yo cerré los ojos, solo respirando su dulce aroma y escuchando los latidos de su corazón.
Nos quedamos unos segundos en silencio mientras yo solo me preocupaba de ser feliz, en aquello que era mil veces mejor que mi sueño, y entonces la estreché con más fuerza, a lo que ella respondió apretando sus piernas alrededor de mi cintura.
Retiré su pelo con mi nariz y la besé suavemente en el cuello, y entonces escuché como los latidos de su corazón aumentaban el ritmo frenéticamente.

Como me gustaba hacerle eso...

-¿Qué pasa cariño? -le pregunté con fingida inocencia-. ¿Estás nerviosa?

Envoldí a Embry con todo mi cuerpo, mi corazón y mi alma cuando de manera tierna me devolvió el gesto apoyandose en mi pecho. Adoraba la sensación de tenerlo entre mis brazos y deseé más que nunca poder regalarle aquel sueño que había tenido. EMbry se removió en mis brazos apretandome más contra él y el dobladillo de mi vestido subió lo suficiente para dejar contactar mi ropa interior con su cuerpo.
Instintivamente lo apreté más fuerte con mi piernas mientras su nariz recorría mi cuello y apartaba mechones rebeldes a su paso.
Mi corazón comenzó a bombear de manera frenética ante su contacto duplicao por sus labios que me besaron en el hueco de la oreja donde depositaba gotitas de perfume todas las mañanas.

-¿Qué pasa cariño? ¿Estás nerviosa? -pregunto con ojitos de cordero. Me separé paramirarle a los ojos sin soltar mi agarre de su nuca y cintura y sonreí de medio lado. Acerqué mi boca a su oido y susurré.

-Me estas poniendo cachonda...- deje deslizar mi nariz por su oreja y continué.- y además a proposito lobo feroz.

Sonreí de lado al escuchar el comentario de Eva y muy lentamente llevé mis manos hacia sus rodillas.

-Vale cariño, me has pillado... -le susurré mientras ella seguía deslizando su nariz por mi oído y mi cuello-. Culpable...

Deslicé mis manos ascendiendo por sus muslos y acariciándola lentamente mientras sentía como su respiración se aceleraba sobre mi cuello. Sonreí una vez más y dejé que mis manos llegaran hasta su culot de encaje, levantando su falda despacio. Le susurré su nombre al oído mientras la acariciaba por encima de la ropa interior, y continué mi camino hacia su cintura. Eva levantó los brazos dejando que le quitara el vestido, y yo lo hice de un tirón. Su pelo se revolvió sobre su rostro y yo lo aparté de sus mejillas para mirarla a aquellos ojos que me volvían loco.
Eva me sonrió y se inclinó de nuevo sobre mi cuello para descender lentamente hacia mi pecho. Introduje mis manos en su culot aferrándome a su trasero y estrechando su sexo aun cubierto contra el bulto que crecía a gran velocidad entre mis piernas.
Eva lamió mi piel sutilmente, y atrapó mi pezón derecho entre sus labios.

-Auu... -susurré cuando me dió un suave mordisquito y Eva se rió conmigo.

Movimos nuestras manos, ella hacia el botón de mis vaqueros y yo hacie el cierre de su sujetador, y dejamos que nuestros labios se encontraran de nuevo, empezando a jadear de deseo.

El calor ambiente no era nada comparado con el volcán en erupcion en el que me estaba convirtiendo. Los dedos expertos de Embry recorrían mi espaldas en suaves caricias tanteando y jugando con el cierre de mi sujetador mientras yo agarraba con decisión su boton del vaquero para tirar de él hasta desabrocharselo, en cuanto logré mi objetivo deslicé mi mano por la goma de sus boxers metiendo solo algunos dedos para jugar. Los labios de Embry se volvieron más ansiosos mientrás notaba como el broche cedía en un sutil pellizco de su mano derecha pues la izquierda buscaba de nuevo mi trasero para dejare notar claramente cuan hombre era mi pequeñín.
Accedí a su deseo y dejé que me colocaráde nuevo sobre su miembro notando su redondeada cabeza en el sitio exacto. me agarré a su cuello y nos regalé caricias prohibidas cabalgandolo mientras sus labios comenzabana recorren mi cuello, el agujeron entre mis claviculas, y finalemnte adueñandose de mis pechos.
No puede evitar arquarme cuando succionó mi pezón amantandose de mí una vez más, volviendome su eterna y condenada esclava.

-Embry..-susurré jadeante..-agua...¨-susurré entre su pelo, agarrandome con desesperación. Me miró desde mi pecho, con mi pezón aun entre sus labios y creí morirme ante semejante imagen sensual.-en el mar, hazme tuya en el mar.

-Embry... agua... -jadeó Eva mientras yo la devoraba, y aquello me asustó un poco. No sabía si estaba mareada o algo parecido pero me pedía agua... ¿vale de donde saco agua potable?...- en el mar, hazme tuya en el mar.

Me sentí tontísimo en un segundo, pero sonreí y apoyé mis manos en la arena para dejar que Eva se deshiciera de mis vaqueros y mis boxer. Ella lo hizo y yo le quité a la vez el culot, quedándonos los dos desnudos. Deslicé mi mano entre sus piernas y jugué suavemente con su clítoris mientras Eva jadeaba rogándome que la llevara al agua.

-Espera mi amor -le susurré introduciendo dos dedos en su interior y viendo como empezaba a volverse loca-. Tengo hambre de ti, y esto no voy a poder hacerlo sin respirar...

Y en un segundo deslicé mi lengua por su vientre hasta devorar aquello que Eva me había entregado y que realmente ahora ardía como un volcán. Eva empezó a gemir de placer bajo el juego de mi mano y mi boca a la vez, y yo me sentí tan en llamas como ella.

-No... -jadeó sin aliento-. Para Em... vamos al agua cariño.

Me pidió y con un rápido movimiento me despedí de su sexo por un momento y la atrapé por las caderas, haciéndola saltar y acomodándola sobre mi cintura, que ella rodeó con sus piernas mientras devoraba mis labios y yo me precipitaba hacia el agua.

Me estaba volviendo loca por momentos, y tras rogar mi fantasía en un pestañeo ya estaba en sus brazos disfrutando de su roce por todo el cuerpo.
Miraba el perfil de Embry mientras le besaba el cuello, cuando noté el agua golpear mis piernas y poco a poco hundimos nuestros cuerpos en el cálido agua.
Me despegué del cuerpo de Embry mientras comenzaba a nadar a su alrededor dejando quemis manos le acariciaran su piel mojada.

Rodeé todo su cuerpo y cuando volví a estar frente a él le sonreí de oreja a oreja.


-Tenemos un problema, uno muy grave, muy grave cariño.-susurré justo antes de joder aire y hundirme frente a él buscando al pequeño embrión.

Disfruté de mi piruleta favorita hasta que mis pulmones ardieron por aire y salí a la superficie.
Embry me miró con deseo reflejado en los ojos y le envolví mientras el se aferraba a mi trasero y nos deslizaba juntos.

-Ummm.. siempre tuya amor mió.-y con las mismas me empalé en él robandonos el aliento en dos gemidos rotos. -Te necesito, te quieroooo