Haciendo las maletaS

Salimos de casa, dejando a Embry y Eva en medio de una discusión acerca de si ir o no a la boda de mis tíos. Decidimos ir caminando, cruzando los pocos kilómetros que separaban la casa de Jake de la de Embry, ya que el coche de Eva era el único disponible allí, y no queríamos abusar de su generosidad.
¿Seguro que quieres acompañarme a planificación familiar Jake? - pregunté cabizbaja - Es algo demasiado personal, y tampoco se trata de que te sientas avergonzado...además, puede dar lugar a habladurías de la gente...ya sabes...¿qué está haciendo el hijo de Billy Black en planificación familiar? - imité la voz de una vieja cotilla - Jacob me miró molesto.

No sé qué hacer, perdóname por decir tonterías, es que tengo demasiadas cosas carcomiéndome, y el miedo me está acorralando...cuanto más pienso en esto, más asustada me siento...- dije aferrándome a su mano -
Enseguida en la oscuridad Jake me amarró por la cintura y me acercó a él, besándome con tanta dulzura, que todas mis preocupaciones desaparecieron de repente. Ese era el efecto mágico que provocaba en mí aquel protector lobo.

La caminata fue lenta, de una hora aproximadamente. Abrimos con sumo cuidado la puerta de la entrada, y oímos la respiración tranquila de Billy. Jacob me hizo un gesto para que entrara en su habitación, mientras él se dirigía a hablar con su padre. Les oí susurrar, pero no intenté escuchar una conversación tan personal.

Eché un vistazo a la habitación, Billy le había comprado un nuevo armario a Jake, seguramente estaría molesto con él por el destrozo. Me hice con un bolsón negro enorme, aparcado en una esquina, y comencé a seleccionar ropa...
Varios vaqueros y camisetas, ropa interior, algunas zapatillas y bambas, el bañador...¿sólo tiene uno? - pensé frunciendo el ceño al ver sus motivos infantiles dibujados - y ni rastro de lo que podía ser un traje, una camisa y unos mocasines para una boda...¿dónde habría escondido el traje de la boda de Rachel? - pensé mientras seguía rebuscando -
Me sentí tentada a seguir cotilleando entre sus cosas, sobre todo entre cajones y entre lo que parecían ser cartas personales...pero decidí esperarlo, y comportarme honestamente...

Cogí las bolsas de Nessie, que unos minutos antes había separado de las de Eva, y salimos de casa de Embry. Cogí todas las bolsas con una mano mientras rodeaba a Nessie con el otro brazo, a la altura de su cintura. Caminamos tranquilamente, disfrutando de nuestro paseo, mientras yo acariciaba su espalda con ternura.

¿Seguro que quieres acompañarme a planificación familiar Jake? -me preguntó de pronto agachando la mirada- Es algo demasiado personal, y tampoco se trata de que te sientas avergonzado...además, puede dar lugar a habladurías de la gente...ya sabes...¿qué está haciendo el hijo de Billy Black en planificación familiar? -la miré frunciendo el ceño y me paré en seco. No podía creer que Nessie me estuviera diciendo eso...- No sé qué hacer, perdóname por decir tonterías, es que tengo demasiadas cosas carcomiéndome, y el miedo me está acorralando...cuanto más pienso en esto, más asustada me siento...

Nos habíamos introducido en la protección del bosque y nos encontrábamos solos en la oscuridad. Estaba harto de que Nessie me dijera esas cosas e intentara excluirme de ese tema. Me dolía de verdad que se planteara la posibilidad de que la dejara sola en eso... Dejé las bolsas en el suelo con suavidad y apoyé mis manos en su cintura. Nessie me miró timidamente a los ojos y yo la acerqué a mí hasta juntar nuestros cuerpos. Me incliné y la besé tierna y cariñosamente, acariciando sus labios con los míos y jugando suavemente con nuestras lenguas. Después de un minuto separé nuestras bocas y la miré fijamente a los ojos.

-La próxima vez que me digas eso me enfadaré... Nessie, eres mi vida, mi amor, mi niña... y si hay alguien luchando por crecer aquí -le dije introduciendo una mano bajo su camiseta y apoyándola en su vientre- también es mi hijo. Y no vas a prohibirme que ame a mi hijo. A nuestro hijo. Iré contigo, y punto. En esto estamos juntos, ¿vale?

Nessie asintió con una leve sonrisa y me abrazó rodeándome por la cintura. La estreché entre mis brazos y la besé una vez más. Seguimos caminando hacia casa, y antes de entrar vimos la luz del salón encendida. Entramos silenciosamente y vimos a mi padre medio adormilado en el sofá. Le hice un gesto a Nessie para que me esperara en mi habitación, cogió todas las bolsas y fue hacia allí, cerrando la puerta para no despertar a Billy con el ruido.

Me acerqué al sofá y vi que papá dormía plácidamente. Sobre la mesa había los restos de la cena y el postre. Me agaché y pasé los brazos bajo el cuerpo de mi padre, levantándolo con suavidad. Billy se despertó y me miró confuso y sobresaltado.

-Shhh... soy yo papá, solo te llevo a la cama -le susurré para tranquilizarlo.
-Ah... Jacob... ¿dónde estabas? -me preguntó cuando cruzamos la puerta de su habitación.
-En casa de Embry -lo dejé sobre la cama y Billy me señaló el pijama. Se lo acerqué y le ayudé con los pantalones-. ¿Sabes qué? Tengo que contarte un cotilleo... -papá me miró frunciendo el ceño pero lleno de curiosidad. Me reí silenciosamente y lo tapé cuando tuvo el pijama puesto-. Tenemos un nuevo imprimado.
-¡No! -murmuró con una gran sonrisa-. Es Embry, ¿no?
-Obviamente -le dije devolviéndole la sonrisa-. ¿Te acuerdas de Eva, la prima de Bella?
-¡¡No puede ser!! -exclamó con cara de fascinación-. Vaya... pues es muy guapa la chica.
-Sí, y están pletóricos. ¡Es genial! -me senté a su lado y él se acomodó para volver a coger el sueño-. Oye papá... mañana me voy de vacaciones -él me lanzó una mirada severa, pero esperó a que siguiera hablando-. Primero a París, nos han invitado a la boda de Rosalie y Emmett...
-¿Vas a una boda de vampiros? Te estoy perdiendo hijo... -solté una carcajada. Me levanté y fui hacia el armario de su habitación, donde estaba mi traje, y empecé a ponérmelo.
-Es por Nessie, ya sabes... si no fuera con ella no iría. Embry y Eva también vienen. Ya sabes como son los Cullen, pomposos y pijos hasta la médula... pero bueno, vamos con gastos pagados y tal... Y después voy a llevarme a Nessie de viaje, necesita un respiro. Vamos a esa isla del doctor Cullen creo que te expliqué algo.
-Sí, me suena... -dijo pensativo y medio adormilado-. ¿Te estás probando eso para la boda?
-Ajá -asentí dando el punto final al hacerme el nudo de la corbata. Fracasé en el intento, así que me acerqué a la cama para que me lo hiciera Billy-. Bueno, pues eso, Carlisle nos ha dejado la isla, así que iremos unos días. ¿Te parece bien? Embry y Eva también vienen -aquella última acalaración pareció gustarle bastante.
-Siempre que vayais con cuidado...
-Claro papá, siempre -le sonreí y me levanté-. Nessie está en mi habitación, hacemos las maletas y nos vamos ¿vale? Ha sido todo un poco rápido...
-Vaya... bueno, ve con ojo eh... Y cuida de Nessie.
-Por supuesto papá -me agaché hacia él y lo abracé un segundo-. Te veo la semana que viene. Te llamaré.

Salí de la habitación abrochándome la americana. Era un traje totalmente negro. Pantalón, americana, camisa y corbata negra. No acababa de entender como tenía algo tan elegante... Me paré frente a la puerta de mi habitación y me miré en el espejo antes de entrar. Me quedaba un poco estrecho, pero seguía quedando bien. Abrí la puerta de mi habitación y la cerré detrás de mí. Nessie estaba agachada de espaldas a mí removiendo la ropa de mis cajones.

-Bueno, ¿qué te parece amor?

Bueno, ¿qué te parece amor? - pude oír la voz de Jacob tras de mí, mientras yo todavía pensaba en hurgarle entre sus recuerdos de infancia -

Me giré y un potente huracán de sensaciones invadió todo mi cuerpo, en cada poro de mi piel se descargó una pequeña tormenta eléctrica creando el caos total en mi cabeza...Me quedé totalmente boquiabierta y con los ojos abiertos de par en par; por un segundo mis pulmones no marcaban su ritmo normal, parándose en seco el latido de mi corazón, para dos segundos más tarde, después hacerlo de forma irregular y demasiado acelerada.
Notaba palpitación en las sienes, sudoración en las manos, temblores en mis labios y un tremendo calor en todo mi cuerpo. ¡¡¡Y ES QUE NUNCA HABÍA VISTO A JACOB BLACK EN TRAJE!!!

Ja..Ja..Jake, Jake...- respiré agitadamente - estás...estás guapísimo - tartamudeé más sofocada que un incendio forestal - Nunca te había visto tan impresionante...estás tan, tan...- seguía alucinada cada movimiento de su cuerpo -
No me estarás comparando con alguna "sangüijuela fashionetis"...Yo sigo siendo un hombre lobo - se enfurruñó fingiendo enfado -

No cariño...sólo digo que estoy acostumbrada a ver a mi Jake informal, sin camiseta, con la ropa rota, mojado e incluso desnudo...por eso me sorprende gratamente ver el cambio de estilo, la verdad es que me siento como si estuviera contemplando al ser más hermoso sobre la tierra...¡vamos cariño mío, que estás buenísimo! Te haría de todo ahora mismo...- y me acerqué atraída por una fuerza invisible, dispuesta a demostrarle todo el deseo que había despertado en mí de una forma desatada -

Detenteeeeeeee...- dijo bajito frenando mi salto - No te lo cargues, que sólo tengo este...además Billy aún está despierto...- exclamó divertido, mientras impedía que me acercara hasta él -
Cada segundo notaba que me estaba volviendo todavía más demente por acceder hasta su cuerpo.

Está bien, pero entonces tendrás que hacerme un pase privado...- susurré, cerrando la puerta tras de mí y convertida en una leona incandescende -

Miré sorprendido a Nessie mientras ella cerraba la puerta sigilosamente y me miraba con auténtico fuego en la mirada. ¿De verdad un simple traje le había provocado aquello? Sabía que no me quedaba mal... de hecho probablemente estuviera bastante guapetón con él, pero ¿tanto como para excitar de esa manera a Ness? Estaba loca... ¿serían las hormonas? Oh oh... vale Jacob, creo que eres papá...

Nessie se acercó a mí como si estuviera acechando a su presa. Por un momento sentí cierto miedo, parecía inminente que Nessie saltara sobre mí y me devorara literalmente. En ese momento me sentía realmente como un pobre humano a merced de el más eficaz y peligroso de los vampiros...
Y entonces se me escapó una ligera risita. Nessie estaba consiguiendo ponerme a cien a mí también con su juego de lujuria y pasión. Tenía que quitarme el traje ya o alguien saldría herido.

Mi pequeña loba me pidió que le hiciera un pase privado y yo me reí al notar como me ruborizaba. Se acercó hasta colocarse a mi altura y apoyó sus manos en mi cintura. Me movió con toda su fuerza, estampándome contra su cuerpo y alcanzando mis labios con los suyos con auténtica fiereza. Se agarró con fuerza a las solapas de mi americana y dando un ligero saltito se acomodó sobre mi cuerpo, rodeando mi cintura con sus piernas.

Tenía que frenar aquello... Nessie me estaba volviendo loco, y ese no era el momento de dejarnos llevar. Billy estaba justo ahí, y a mí me daba muchísima vergüenza que pudiera captar el más mínimo sonido provocado por nuestro amor.

-Nessie... -balbuceé entre sus labios con dificultad, mientras ella seguía besándome con impaciencia y extendiendo las llamas por todo mi cuerpo-. Nessie cariño, para... para por favor...

Ness atrapó mi labio inferior entre sus dientes ronroneando y estrechando aún más su cuerpo contra el mío. Intenté bajarla de mi cintura, y ella respondió clavando sus dedos en mi nuca con más fuerza. Era increible, no podía con ella... Había decidido devorarme y lo estaba consiguiendo. Y a mí cada vez me resultaba más difícil controlarme...

-Para Ness... -le supliqué en un susurro-. Por favor, por favor mi amor basta ya... Mi padre está justo ahí...
-Me da igual -gruñó entre mis labios y se aferró con fuerza a mi pelo.
-No... no por favor, para -repetí en un jadeo.

¿Qué le estaba pasando a Nessie? Estaba como poseída, solo podía pensar en hacerme suyo justo en ese momento. Y aunque había conseguido que la deseara con todas mis fuerzas, tenía que controlarme fuera como fuera... No podía hacerle el amor con mi padre escuchando al otro lado de la pared.

La cogí con fuerza por la cintura y conseguí separarla de mi cuerpo y dejarla caer sobre la cama. Respiré con fuerza y la miré sorprendido.

-Ven... -me susurró desde la cama-. Te quiero aquí y ahora.
-Nessie estás loca... -me reí mientras empezaba a quitarme el traje para evitar un nuevo ataque por parte de la salvaje de Ness-. Billy está justo ahí. Lo siento pero no puedo cariño...

Ella me frunció el ceño y yo me aflojé la corbata, sintiéndome aún totalmente atónito ante aquel arrebato que había tenido Nessie.

¿Por qué estaba sintiendo aquella atracción tan indescriptible por Jake? Ni siquiera yo misma podía frenarme. Sabía que Billy estaba a medio metro de nuestra habitación, que lo respetaba y que me avergonzaría si él llegaba a escuchar algún ruido extraño. Pero aún así, deseaba a aquel hombre de chocolate que tenía frente a mí, más que a nada en el mundo. Me sentía como alguien que se ha perdido en el desierto, y al cuarto día ve un manantial de agua...así quería yo tomarme a Jake, saciarme de él totalmente.
Sin embargo, él me estaba apartando y aquello aún me ponía más incandescente.

¿Sería Albitus de nuevo el que intentaba controlarme? Sabía que acababa de amenazarme con matarme, así que pensar que el ataque de lujuria era obra del GAO era inverosímil a la par que surrealista; aquellas sensaciones no me las estaba provocando él, era mi propio cuerpo, que sólo me pedía saltar sobre mi hombre y hacerlo mío en exclusiva.

Mientras cavilaba, Jake se quitaba el traje con el rabillo del ojo puesto en mis movimientos, preparado para esquivarme. Me sentía irracional, y cada vez más demente. Tenía que parar, o aquello acabaría mal. Respiré profundamente y cerré los ojos, quería evitar ver aquel pedazo de monumento que era Jake y que me estaba provocando convulsiones de deseo.
Ness, Ness...¿estás bien? - oí a Jake mientras me zarandeaba -
Me había quedado demasiado rato intentando desconcentrarme de él, y se había preocupado. Abrí los ojos y vi que ya había colgado el traje, pero en su lugar sólo llevaba los vaqueros...
Mis ojos repondieron de nuevo centelleando, y mis manos sólo tomaron una dirección: su nuca.

Jake se apartó nuevamente asustado por mis exageradas reacciones, tirándome sobre la cama todo lo livianamente que pudo.
Cariño, no sé que me pasa, vístete yaaaaaaa...si es que ni el yoga funciona para que disminuya este deseo por hacerte el amor, osea que o te tapas bien o me haces tuya...elige...- dije mirándolo jadeante -

Él se rió, sorprendido por el giro que había dado la situación, me había convertido en una loca que sólo ansiaba poseerlo. En dos segundos ya estaba totalmente enfudando en una sudadera color azul. Traté de contenerme de nuevo, aquello no era normal.

Entonces continuó haciendo su maleta, y yo me distraje jugando con su reloj, su lámpara de mesita, la foto de su cómoda, hurgando en su cajón en la mesita...y, leyendo un viejo ticket del aparcamiento, una matrícula de instituto, una factura de piezas de moto...y una carta:

"Sabes que nunca podré olvidar todo lo que siento por ti, de hecho prefiero morir a vivir en tu mundo, este mundo injusto que me obliga a entregarte a mi mayor enemigo. He luchado todo lo que he podido, pero nada he podido hacer, sólo te he amado por encima de mí mismo, y he querido lo mejor para ti. No puedo ser feliz, así que voy a abandonar todo lo que tengo y lo que soy, y cuando quieras encontrarme allí estaré por ti, sólo vivo por y para ti mi pequeña y amada Bella. Porque cada segundo sin tí, es la peor de las torturas para mí...te quiero!"

ME quedé un segundo analizando lo que acababa de leer. Él estaba enamorado perdidamente de Bella, de mi madre, iba a abandonar todo por ella...nadie me había informado de esto. Acababa de darme un fallo sistémico en la cabeza, estaba en shock.
Entonces Jake me arrancó la carta de las manos [...]


Offpost: Que Nessie no sabía nada del amor pasado entre Jake y Bella, nunca nadie se lo cuenta (bueno es que ha crecido demasiado rápido jajja). Se acaba de llevar un palo.

Me giré sin poder aguantar la risa. Nessie se había vuelto loca solo por verme en traje. Ness... mi increible e impulsiva Ness. ¿Cómo podía ser tan perfecta?

Me di toda la prisa que pude en cambiarme de ropa, intentando no pensar en qué pasaría después de la boda, cuando volviera a llevar el traje, cuando Nessie fuera increíblemente preciosa con su vestido, cuando tuviéramos nuestra propia habitación de hotel, donde me daría igual si Nessie desgarraba mi traje hasta reducirlo a trapos...

Seguí haciendo la maleta sin poder borrar la sonrisa de mi cara. Guardé los últimos detalles, y el traje y los zapatos tan cuidadosamente como pude. Cerré la maleta y me giré hacia Nessie decidido a pedirle un poquito de amor, si era capaz de mantenerse tranquila.

Nessie estaba sentada sobre mi cama. Estaba tensa, con la mirada perdida y los labios ligeramente separados. Sostenía un papel entre las manos y yo la observé un segundo. Aquel papel no había salido de mi maleta, y supuse que sería suyo. Pero de pronto, como un fogonazo de luz, empezaron a pasar cientos de recuerdos por mi cabeza. Recuerdos de hacía mucho tiempo, de cuando no creía que jamás tendría a nadie tan maravilloso como Nessie, de cuando creía que conocía el amor, de cuando me había enamorado de Bella.

Miré fijamente el papel y de pronto lo reconocí. Era aquella estúpida carta que escribí para Bella y que jamás llegué a darle. Solo había supuesto un desahogo para mí.

Me avalancé sobre Nessie y le arranqué la carta de las manos. No podía ser... no era así como Nessie debía enterarse. Había olvidado lo que un día sentí por Bella hasta tal punto que ni siquiera me había planteado el momento en que debería contárselo a Nessie. Aquello había sido una auténtica estupidez comparado con lo que Nessie suponía ahora para mí.

Apreté la hoja entre mis manos y Nessie me miró fijamente a los ojos. Los suyos empezaban a humedecerse y yo me moví cauteloso hacia ella.

-Nessie, cariño... -empecé a susurrar.
-Jake... qué... ¿qué significa esto? yo... -Nessie estaba completamente ida. Mierda, ¿porqué no se lo había explicado antes?
-Cariño, tendría que habértelo explicado. Perdóname mi amor, no tiene la más mínima importancia para mí y ni siquiera había pensado en explicártelo...
-¿Que no tiene importancia? ¡¡AMAS A MI MADRE JACOB!!¡A MI MADRE! -exclamó saliendo del trance.
-¡¡NO!! No Ness, cariño. No, no, no la amo, por favor... ¿Cómo voy a amar a tu madre? -le sonreí pero ella me miró horrorizada-. Esa carta pertenece al pasado. ¿Me dejas explicártelo?

Ness me miraba intentando reducir la humedad de sus ojos. Alargué una mano para acariciar su mejilla y ella se apartó, evitando el contacto. Apreté las mandíbulas y la miré fijamente a los ojos.

-Nessie conocí a tu madre cuando éramos pequeños. Solía veranear en Forks y nos veíamos de vez en cuando. Después vino a vivir aquí y ya habíamos crecido. Empezamos a conocernos más y a pasar bastante tiempo juntos. Pero en ese momento Bella ya conocía y quería a Edward. A mí me gustaba ella, es cierto Nessie. Pero Bella había elegido. Amaba a tu padre como siempre lo amó. Yo intenté luchar por ella, pero nunca llegamos a estar juntos cariño -Nessie seguía igual de atónita, aquello estaba siendo como un mazazo y yo estaba temblando de los nervios. Ni siquiera sabía como explicárselo-. Para tu madre siempre fui un amigo. Tal vez su mejor amigo o un amigo especial, pero nunca salí con tu madre. Eso solo lo escribí como un desahogo personal...
-¿La besaste? -me interrumpió de repente dejándome sin palabras-. ¿La besaste alguna vez Jacob?
-Sí... -murmuré con la voz rota. Nessie cerró los ojos con fuerza y las lágrimas se desbordaron por sus mejillas-. Pero tienes que escucharme Nessie, por favor... Bella eligió a Edward y aunque yo siempre había tenido la esperanza de que ella me quisiera algun día, llegó el punto en que tuve que aceptar que jamás sería para mí. Tu madre amaba a Edward y había elegido transformarse en vampiro, y no había marcha atrás. Y entonces se casó y se quedó embarazada, y yo creía que jamás podría ser feliz. Estuve en casa de los Cullen mientras tú nacías cariño, y me sentía desquiciado, pero entonces te vi por primera vez. Eras el ser más hermoso e increíble que jamás hubiera visto, me sentí como si todo mi cuerpo llorara, todo tomó sentido, supe que había nacido para estar contigo, estaba hecho para amarte incondicionalmente y hacerte la mujer más feliz del mundo. Tú me miraste a los ojos de una forma que nunca nadie me había mirado, y me sentí inmensamente feliz. Y entonces comprendí que la parte de Bella que yo había amado era esa parte que tú representabas. Y desde ese día, nada ni nadie ha sido tan importante para mí como tú. Entendí que estabas hecha para mí y yo para ti. Y que te esperaría eternamente hasta que me amaras cariño. Nunca podré agradecerle lo suficiente a Bella que eligiera a Edward. Solo así has llegado a mí, amor.

Nessie seguía llorando y había empezado a sollozar. Me acerqué a ella y esta vez no dejé que se apartara. No podía soportar esa situación. La abracé con fuerza mientras ella seguía sollozando y le susurré al oído.

-Te amo Renesmee. Nunca te he mentido en eso. Te amo por encima de todo, y haría todo lo que me pidieras. Moriría por ti Nessie, porque tú, y solo tú, eres mi vida. Y nada ni nadie podrá reemplazarte nunca. Te juro que te he amado desde el primer momento en que te vi. Y me olvidé de tal modo de lo que un día había sentido por tu madre, que ni siquiera volví a pensar en el tema. Perdóname Nessie, perdóname por no habértelo contado antes, por favor.

Me separé ligeramente de ella y cogí la carta. La rompí en cien pedazos, tan pequeños como pude, mientras Nessie me miraba cautelosa, aún con las mejillas empapadas. Noté como mis ojos empezaban a humedecerse tanto como los suyos y me esforcé por controlar la voz.

-Tienes que creerme Nessie. No hay nada que pueda competir con lo que siento por ti, te lo juro mi amor -me arrodillé frente a ella y tomé sus manos entre las mías-. Perdóname por favor, tendría que habertelo explicado desde el primer momento.

En ocasiones te sientes vacía, traicionada, sin rumbo...todo eso era yo, estaba siendo golpeada y desgarrada por un hecho inexplicable.
Me habían traicionado, dos de las personas que más amaba en este mundo me habían ocultado una tremenda verdad: su historia de amor. Si mi padre había sido capaz de perdonar...¿por qué ni él me había hablado de esta relación? Él tenía que saberlo, sí claro que sí, también me había mentido.

Recordaba la conversación acerca de la imprimación que habíamos tenido Jake y yo, y después la aceptación silenciosa de mis padres. Yo creía que estaba imprimada, pero acababa de descubrir que no era así. Yo estaba simplemente enamorada, perdida y locamente, de Jacob Black y sólo vivía por él. La magia quileute afectaba de manera distinta a las semivampiras, ahora lo entendía, ahora que crecía la ira dentro de mí podía entender que me iba a costar perdonar aquella traición. Claro que no podía estar imprimada, ni siquiera sabía quien era aquel hombre que se ponía a llorar frente a mí, me parecía un completo desconocido.

Comenzaba a estar enfurecida con cada frase de Jake.
¿Que no tiene importancia? ¡¡AMAS A MI MADRE JACOB!!¡A MI MADRE! - grité fuera de mí - Y, le aparté con brusquedad la mano cuando quiso acariciarme. Todo mentiras.

Me hice un ovillo en alguna esquina de su habitación, y comencé a mecerme intentando recordar quien era yo.
No quería ni podía atender a razones o explicaciones, un "amigo" ¡mentira!...sólo una idea embotaba mi cabeza: venganza y olvido.
¿La besaste? ¿La besaste alguna vez Jacob? - pregunté y para mi total destrucción la respuesta fue afirmativa -
Dejé de oírlo, no quería más palabras que me hicieran daño, desconecté totalmente...hasta que oí sus palabras lejanas: "Y entonces comprendí que la parte de Bella que yo había amado era esa parte que tú representabas. Y desde ese día, nada ni nadie ha sido tan importante para mí como tú. Entendí que estabas hecha para mí y yo para ti."
¿La has amado más que a mí? - pregunté sin dejar que me contestara, ya no quería oírlo - Todo me suena a mentira, todo lo que me digas ahora me suena a eso Jake ¿no puedes entenderlo? Nada me importa...- le recriminé duramente -

Jake siguió abrazado a mí, pero yo no sentía absolutamente nada. No quería explicaciones, quería arrancancarme el corazón y enterrarlo para siempre. Ser capaz de olvidar todo lo que significaba Jake para mí, y todo el daño que me acababa de hacer mi propia madre.
Incapaz de asimilar aquellas palabras me dirigí hacia la puerta, totalmente inerte, pero a la vez intentando tener bajo control mis sentidos vampíricos que se agudizaban por momentos. Me sentía atacada, y todo mi cuerpo me dictaba acechar y alimentarme, volver al instinto básico de supervivencia. En definitiva, matar.

Estaba rota de dolor, la única opción que se me ocurrió: salir corriendo. Y allí en medio del bosque grité desgarradoramente, más muerta que nunca. Me habían destrozado el corazón.

-¿La has amado más que a mí? Todo me suena a mentira, todo lo que me digas ahora me suena a eso Jake ¿no puedes entenderlo? Nada me importa... -me gritó Nessie.
-Nessie por dios... eres mi imprimada, sabes que jamás podría amar como te amo a ti, soy completamente tuyo amor... -yo seguía abrazado a ella, no quería soltarla. Tenía la sensación de que en cuanto la soltara, la perdería para siempre. Pero Nessie luchó con todas sus fuerzas hasta soltarse.

Intenté aguantar las lágrimas pero no pude, y en menos de un segundo Nessie había desaparecido de mi vista. Me levanté y corrí desesperadamente tras ella. Seguí su olor, que se había introducido en el bosque, tan acertadamente como pude. Pero el llanto me embotaba la mente y me taponaba la nariz y los oídos, y cada vez me era más difícil seguirla. Y cuanto más me acercaba al fracaso, más desesperado e histérico me sentía.

No podía encontrarla, su olor estaba en todas partes. Su rastro estaba dulcemente pintado en todo el bosque. Su olor estaba incrustado en mi ropa, en mi piel, y su sabor en mis labios. Ya no podía seguirla, estaba corriendo sin rumbo. Por cada paso que adelantaba, retrocedía dos. Y de pronto la agonía me mostró una imagen desconocida del bosque. ¿Sería capaz de perderme en el bosque donde había crecido?

Paré en seco e intenté respirar, aunque no me resultaba fácil. Miré alrededor, pero sabía que no la vería. Nessie no aparecería y vendría a abrazarme. Nessie no me iba a perdonar. Tal vez nunca.

Volví a toda velocidad en dirección a mi casa y aunque las lágrimas me negaban la visión, la encontré a la primera. Entré y me dirigí directamente a mi habitación. Cogí la maleta, me guardé el móvil en el bolsillo de los vaqueros y corrí hacia el garaje, donde me subí al coche y arranqué a toda velocidad hacia casa de los Cullen.