Caza y conversación (J&N)

Aunque la noche cubría el bosque y las sombras engañaban a la vista, mi olfato de vampiro me descubría un mundo de seres detrás de cada arbusto. Enseguida me dejé llevar por el instinto, cerré los ojos y me paré un momento.

Sí allí estaba una pareja de enormes renos macho, pastando y alerta...sintiendo el peligro. Acaricié la mano a Jake, y entendió que ya había encontrado la cena. Salté entre árbol y árbol, sintiéndome totalmente depredadora y ciega de sed. Observé y ataqué a mis dos presas, agarrando cada cuello con ambos brazos...ellos pronto dejaron de debatirse y me alimenté vorazmente.
Pero mi hambre seguía sin saciarse inexplicablemente, y miré a Jake instándolo a que me regalara alguna presa...entonces desapareció entre la oscuridad.

Salimos de casa de Embry cogidos de la mano y nos adentramos en el bosque. Los árboles habían espesado su follaje y el bosque estaba extremadamente oscuro, pero eso nunca había supuesto un obstáculo para nosotros. Desde el primer momento en que Nessie pisó la espesa hierba, sus sentidos se habían aguzado al máximo. Sabía que ahora podía escuchar mi corazón latir al triple de su velocidad normal, provocado por la bellísima imagen de Nessie al acecho. Verla cazar era todo un espectáculo para mis sentidos...
Caminamos durante un par de minutos mientras Nessie husmeaba el aire y cerraba los ojos para aguzar el oído. De pronto esbozó una media sonrisa y me acarició la mano soltándola con delicadeza. Yo también los había escuchado, aunque más tarde que ella... Nessie se adentró en el bosque y yo la perdí entre los árboles. No llegaron a mí gritos ni quejas. Una caza rápida. Perfecta.

Me senté a esperarla y unos minutos después, su esvelta y sensual silueta se acercó a mí a través de la oscuridad. Parecía más alta, más fuerte y ágil. Realmente necesitaba aquello. Ness se acercó a mí hasta que pude diferenciar cada uno de sus rasgos, llenos de un suave rubor que devolvía la vida a su piel, y la miré a los ojos, ahora llenos de fuego. Nessie era mi depredadora favorita.
Se acarició los labios, limpiando algún posible rastro de sangre, pero Nessie era rápida y meticulosa, y yo nunca la había visto mancharse lo más mínimo. Me sonrió y por un momento deseé que me moridera a mí.
Allí estaba yo, echado en el suelo, con aquel ser sobrenatural frente a mí, tremendamente sensual, adictivo e irresistible, sonriéndome y clamando más sangre. ¿Quién no se habría rendido a ella? Cualquier persona habría dado la vida por complacer a aquella mujer, y yo el primero.
Pero cuando me levanté y me acerqué a ella, Nessie no me mordió, si no que me acarició con dulzura y rozó mis labios con los suyos un instante. Y entonces recordé que yo ya me había rendido a ella una vez, hacía mucho tiempo, y siempre sería suyo.

Nessie no podía aguantar aquella sonrisa perversa suya cuando me pidió el postre con la mirada. Me separé lentamente de ella y me hundí entre los árboles. Me desnudé y eché a correr, concéntrandome al máximo y consiguiendo mi objetivo. Salté gruñendo y estremeciéndome, y al caer al suelo eran mis patas de lobo las que corrían sobre el bosque. Ahora mis sentidos eran tan sofisticados como los de Nessie. Di un par de vueltas, notando la presencia de Ness en el mismo sitio donde la había dejado. Y entonces capté el olor de un coyote adulto muy cerca de mí. Él me había oído, y tenía miedo. Por un momento me dio muchísima lástima aquel animal, los coyotes se parecían demasiado a los lobos... Pero era por mi ama, ella me lo había pedido, y yo obedecía.
Capté el punto justo de su localización y corrí dibujando medios círculos a su alrededor, cada vez más estrechamente, hasta que el coyote, asustado, echó a correr hacia donde yo quería. Justo hacia Nessie.






(Offpost: siento haber tardado tanto Ness. I miss you)

Jacob saltó hacia las sombras, y sino fuera por mi aguzado oído hubiera jurado que se lo habían tragado. Entró en fase, pude sentir cómo su paso se convertía en trote, y sus preciosos pies se transformaban en robustas patas. Y noté su olor a madera mojada, aquel olor impregnaba todos mis sentidos y me hipnotizaba completamente.
Con los ojos cerrados sentí cómo se aproximaba él y otro cuadrúpedo, sí era un coyote aterrado que intentaba escapar del que creía era su asesino. Vi cómo se aproximaba a mí, desconfiado pero menos temeroso del gran lobo que lo venía siguiendo. Me levanté y él huyó a la derecha, entonces me agazapé y corrí tras él. Tomé impulso en un tronco caído y salté sobre él, viendo únicamente la zona de su cuerpo entre sus orejas y la paletilla.

Pero de repente...algo chocó contra mí. Corría tan ensimismada en la caza que descuidé vigilar mi entorno, y por un momento la imagen sonriente de Albitus pasó por mi mente y estremecí. Siseé enseñando mis dientes, amenazante en cuestión de dos segundos. Para mi sorpresa era Jacob que había saltado sobre mí jugetonamente, pero en su forma de lobo era de todo menos un gran oso de peluche.

Jake....que se escapa!!! - le grité mientras sus zarpas sujetaban mis brazos -
Él dio dos saltos y volvió con el coyote entre sus fauces. Sonreí y acepté el bocado que me había traído.
Eres malo lobito mío...¿querías cazármelo tú personalmente no? - sonreí mientras abrazaba su enorme cuello -

Entre mis brazos Jake volvió a su forma humana, totalmente desnudo, y el calor de la sangre que acababa de consumir encendió mis mejillas. No podía dejar de mirarle, su perfección me asombraba. Cada pequeña curva de su piel me hacía estremecer, y casi sentía obsesión enfermiza por besarlo en cada rincón de su cuerpo.

Estoy totalmente loca por ti...- susurré ensimismada - Vístete por favor, o no podré resistir mi instinto de apresarte a ti también...- dije totalmente acalorada -
Jake se puso los pantalones y la camiseta, y se sentó a mi lado, cubriéndome con su brazo. Sólo queríamos sentirnos el uno al lado del otro, como siempre debería ser.

No me has contestado a la pregunta de antes...me gustaría saber qué quieres, no deseo que hagas algo en contra de tu voluntad amor...- pregunté y él se quedó mirando al cielo totalmente ennegrecido -

Offpost: cariñuli no te agobies vale? diviértete, yo ando por aki.

Cuando volví a mi forma humana y me vestí, lo único que deseaba era abrazar a Nessie. Después de alimentarse, su piel había tomado un color ligeramente rosado, sus mejillas estaban encendidas y sus ojos volvían a tener aquel brillo que siempre lograba atraparme. La rodeé con mis brazos y tiré ligeramente de ella para sentarla sobre mi regazo.

-No me has contestado a la pregunta de antes...me gustaría saber qué quieres, no deseo que hagas algo en contra de tu voluntad amor... -me preguntó de pronto, y aquello me cogió por sorpresa.

Me había enfrentado a vampiros, había tomado el mando de toda una manada de licántropos y había dado mi vida a la condición de licantropía, antes de entregarle toda mi vida a Nessie. Pero probablemente, esta fuera la situación más complicada a la que me hubiera enfrentado jamás.
Nessie apoyó sus manos en mi pecho y me sacó de mi ensimismamiento. La miré a los ojos y apoyé mi frente contra la suya.

-Cariño... -le empecé a decir en un susurro- yo estoy hecho un lío, creo que somos demasiado jóvenes, casi no hemos empezado a disfrutar el uno del otro y ya podríamos ser padres. En parte me parece una locura, pero si estás embarazada y quieres tenerlo, yo también lo querré cariño, lo cuidaré y lo protegeré con mi vida, e intentaré amarlo tanto como te amo a ti, aunque eso sea imposible... -la estreché entre mis brazos y la besé en los labios con dulzura-. Pero la verdad es que me siento muy inseguro y tengo miedo... no sé si sería un buen padre para él.

Pero la verdad es que me siento muy inseguro y tengo miedo... no sé si sería un buen padre para él. - dijo Jake -

Ya sabía tu respuesta, pero quería asegurarme. - respondí reflexivamente -
Lo único que quiero es que estés a mi lado, seas o no un buen padre. Pero si en algún momento sientes que te sobro, o que te supera esta situación quiero que me lo digas claramente. No soportaría perderte de repente sin ningún tipo de respuesta...me asusta terriblemente que me dejes sóla Jacob, y dudo que pudiera continuar la vida sin ti a mi lado. - susurré abrazándome aún más a él -

¿Te apetece dar un paseo o prefieres volver a casa? - susurré con la mirada perdida, sin ser capaz de sacar de mi cabeza la idea del embarazo -

Nessie me abrazó con toda su fuerza y yo me quedé paralizado. ¿Cómo podía pensar eso?¿A caso no le había demostrado cuánto la necesitaba? No podía creer que Nessie aún no supiera que ella era mi vida, y que moriría por ella sin dudarlo.
Tal vez había sido mi culpa, tal vez no se lo había demostrado como ella necesitaba...

Tomé su rostro entre mis manos y la separé ligeramente de mi pecho para ver su expresión. Clavé mis ojos en los suyos y la miré fijamente, reteniéndola para que no evitara mi mirada de nuevo.

-Mírame Ness. Deja de decir esas locuras, ¿de verdad me crees capaz de hacer algo así? Yo no puedo vivir sin ti, no puedo dejarte Nessie. No sabes cuánto me duele que creas eso. Nessie yo nunca te abandonaré. Nunca. Y menos por algo que me incumbe tanto a mí como a ti. También es mi hijo, Nessie. No vuelvas a decirme eso por favor, no soporto que dudes de mí...

La abracé con fuerza y hundí mi rostro en su cuello. La idea de separarnos me dejaba sin aire, no podía creer que Nessie dijera eso de verdad. Dejarla sería peor que la más horrible de las muertes. La necesitaba más que al aire.

-Nessie... -susurré junto a su cuello-. Pídeme lo que quieras. ¿Qué necesitas que haga para demostrarte que te amo y que nunca me alejaré de ti?

Jake...sé perfectamente que el uno sin el otro no podemos vivir, que nuestro amor es infinito y eterno, y que así será siempre. Pero precisamente porque te amo más que a mí misma, es por lo que deseo que tengas libertad de elección, no quiero ser algo que te ate de por vida, o que puedas verme como una responsabilidad.
No tienes que hacer nada para demostrarme lo importante que soy en tu vida, simplemente quiero que seas feliz conmigo y tal vez con nuestro pequeño...Prométeme que pensarás en mis palabras por favor... - le pedí sin soltarme de sus brazos -

Estaba asustada, aterrada más bien. Necesitaba despejar mi cabeza y no agobiar aún más a Jacob, al fin y al cabo tan sólo hacía unas horas estuvo a punto de morir en mis manos, tenía que estar estresado de mí.
Lo agarré de la mano y lo levanté suavemente. Me acerqué hasta su oído: Te reto a que me pilles, eso sí sin rasgar la ropa ya me entiendes - sonreí - Toy a full de energía, y nos merecemos divertirnos un poco ¿no crees? - dije mientras le besaba apasionadamente -

Él sonrió y comenzamos la carrera. Corrí a la máxima velocidad que me permitían las piernas, y podía notar como el viento que me sacudía el pelo se llevaba, poco a poco, la tristeza.
La mano de Jake me rozó en alguna ocasión, pero juguetonamente me escabullía entre algún árbol y él tenía que frenar a buscarme.

Nuestros juegos a modo infantil siempre lograban animarme de una manera rara, y podía decirse que era simple y nítidamente feliz en esos pocos ratos. Seguimos perdiéndonos en el bosque, entre animales que huían despavoridos y oscuridad total, bordeando el límite de la reserva y escuchando los coches en la autopista, el murmullo del río y los distintos susurros de la noche.
Y entonces cerré los ojos y me dejé atrapar por sus manos.
Jake me abrazó y los dos jadeamos, más por el esfuerzo físico de la carrera que por el cansancio, ya que estábamos llenos de energía.

Te pillé amor...- susurró mientras me abrazaba por la espalda y me besaba el cuello -
Señor Black, ya empieza usted a perder facultades como corredor olímpico...eso va a ser la edad, que ya tienes 17...- bromeé tontamente y los dos nos reímos -
Te quiero, gracias por existir y por estar a mi lado...- dije mientras sentía el calor de sus brazos -
Cariño he nacido para estar a tu lado, esa es mi misión...- susurró encantador - Estamos cerca de nuestro estanque ¿te apetece que lo visitemos antes de volver a casa? - preguntó cariñoso -
Y yo asentí, nada me hacía más feliz que pasar cada segundo a su lado.

Nessie y yo jugamos como cuando era aquel ser pequeñito y dulce que me volvía loco. Por un momento, mientras veía a Ness correr delante de mí, recordé a aquella Nessie pequeña y delicada que adoraba acurrucarse entre mis brazos y palpaba el calor de mi piel con aquellas diminutas manitas... Era tan dulce, tan suave y cariñosa... recordé como no podía dejar de mirarla, como estando a su lado lo único que podía hacer era sonreír de pura felicidad. Nunca había sentido un amor así por nadie. Era un amor especial, sin carga sexual por supuesto, ni más planes de futuro que el simple hecho de verla feliz. Ni siquiera me había planteado el hecho de que Nessie se convirtiera en mi novia. Para mí ya era el amor de mi vida, por supuesto. Pero ella podría haberme visto como un hermano y se podría haber enamorado de otro tío.

Y entonces creció y creció... siguió creciendo a aquel ritmo vertiginoso que la caracterizaba. Sobretodo al principio. Después el ritmo de crecimiento empezó a ralentizarse hasta llegar a una estabilidad casi normal. Y no solo cambió eso. Nuestros juegos también empezaron a cambiar, cada vez jugábamos menos. Nessie empezó a interesarse por más cosas, cosas sobre mí. Y empezamos a compartir millones de momentos que se habían grabado a fuego en mi memoria. Nessie empezó a disfrutar viéndome trabajar en el garaje y en muchos momentos me acompañaba. Empezamos a compartir canciones. Cenas a solas. Lloró entre mis brazos, por primera vez, viendo una película. Sus brazos se habían alargado hasta rodear completamente mi torso y Nessie había parecido descubrir un nuevo hobby en estrecharme entre sus brazos.

Y la inocencia empezó, poco a poco, a desaparecer. Sus manos ya no se movían indiferentemente por mi piel, si no que ahora la acariciaban con sutileza y con un cierto mensaje oculto. Cuando quería mostrarme algo solo a mí no se limitaba a apoyar su mano en mi mejilla, si no que me rozaba aguantando la respiración, hundía sus dedos en mi pelo y al acabar no separaba la palma de su mano, si no que dejaba que sus dedos se deslizaran por mi cuello hasta perderse en mi pecho. Y sobretodo, cambió su mirada. Ya no me miraba como a un compañero de juegos, como podía mirar a cualquier otro niño. Sus ojos maduraron, y también su forma de mirarme. Su mirada era adulta. Me miraba con cierto deseo, y entonces fue cuando mi felicidad estalló hasta el límite. Nessie me había elegido a mí. Se había enamorado.

Y un día, a solas en el bosque, decidí que ambos habíamos elegido y no pude aguantarme. La besé, y Nessie me devolvió el beso. El beso más tierno, dulce y placentero que jamás me hayan dado.

Mientras me sumía en todos esos recuerdos, Ness me había sacado mucha ventaja a través del bosque. Todo lo que habíamos vivido no había desaparecido ni decaído, si no que cada día que pasábamos juntos estábamos más unidos y aunque creía que mi felicidad era absoluta, cada segundo Nessie conseguía hacerme más y más feliz. Y no sabía como podría compensarla por todo lo que me había dado.

Nessie se echó a reir y frenó exageradamente para dejar que la atrapara. Me había sumido tanto en el recuerdo de nuestra vida juntos que mis pasos se habían convertido en un suave trote. La alcancé y la atrapé por detrás, decidido a no dejarla escapar jamás. Nunca habría nada tan maravilloso como tenerla entre mis brazos. Rocé su cuello con mis labios y susurré junto a su oído.

-Te pillé amor.
-Señor Black, ya empieza usted a perder facultades como corredor olímpico...eso va a ser la edad, que ya tienes 17... -nos echamos a reír y yo la giré para mirarla directamente a los ojos-. Te quiero, gracias por existir y por estar a mi lado...
-Cariño he nacido para estar a tu lado, esa es mi misión... -le dije con sinceridad-. Estamos cerca de nuestro estanque ¿te apetece que lo visitemos antes de volver a casa?

Nessie me sonrió y asintió. Sabía que ese era el momento de ponernos a andar hacia el estanque pero no podía separar mis brazos de su cuerpo. Abrazarla me llenaba tanto... no había nada que me hiciera sentir de la misma forma que aquello. Nessie intentó separarse de mí para echar a andar, pero yo la retuve y hundí mi rostro en su cuello ronroneando.

-¿Vamos o no? -me preguntó divertida.
-Espera un poco... -susurré moviendo los labios contra su piel con dificultad.
-¿Qué pasa...?
-Que te amo. No sabes cuánto te amo Nessie -ella buscó mi rostro y soltó una risita silenciosa.
-Vámonos tonto... -sonrió de medio lado, ruborizada. Al ver aquel gesto me dio un vuelco el corazón.
-No quiero soltarte -le dije con fingida tristeza.
-Hummm... vale, ¡entonces llévame!

Nessie se subió a mi espalda de un salto y apretó sus piernas alrededor de mi cintura. Apoyé mis brazos bajo sus muslos y ella me rodeó el cuello con los brazos, apoyando la barbilla sobre mi hombro. Rocé su antebrazo con mis labios y mi nariz e inhalé su dulce olor. Cerré los ojos y sonreí. Nessie era mía, y a la vez era mi dueña. Y aquello me hacía profundamente feliz. Le di un suave beso en el brazo y eché a correr hacia nuestro estanque. Nessie apretó sus piernas a mi alrededor, pero se apoyaba sobre mí relajada. Corrí a grandes zancadas entre la oscuridad y de pronto el aliento de Nessie rozó mi oído en un susurro.

-Qué lento eres Jake... -me picó riéndose por lo bajo. Frené de golpe, parándome en seco, y di un pequeño saltito deslizando a Nessie desde mi espalda hasta mi pecho. La estreché con fuerza entre mis brazos y gruñí entre sus labios.
-Cuando volvamos volveré a llevarte, pero esta vez en mi forma de lobo, y ya veremos si dices lo mismo...

Nessie se echó a reír y bajó de mis brazos de un salto. Me sacó la lengua y se fue dando saltitos hacia nuestro estanque, que se encontraba cerca. La alcancé y volví a levantarla en brazos como si fuera una pluma, haciéndole cosquillas y dándole ligeros mordisquitos en los hombros. Nos sentíamos pletóricos y no podíamos dejar de jugar. Hacía mucho tiempo que no estábamos solos y tan relajados. Pero de pronto, los dos nos tensamos y dejamos de jugar. Guardamos silencio, y Ness me miró fijamente. Nuestro estanque estaba a unos cincuenta metros por delante de nosotros, pero su olor no era el de siempre. Había sido alterado.

-Son... -empezó a decir Nessie casi sin voz-. Son mis tíos.

Asentí y fruncí el ceño. El olor de Alice y Jasper era inconfundible. Un rugido contenido, pero lleno de furia se escapó de mi pecho y di un paso hacia delante.

-¿¡Qué cojones estais haciendo en nuestro estanque!? -dije elevando la voz para cerciorarme de que me escucharan.

jajajj capulllassssss XD ya reedité veniros a nuestro post XD!