En el jardín con Eva y con un ataque de celos...(hot)siempre igual...

Disimulé como pude para que Eva no se diera cuenta de mi ataque de celos. Mierda, estaba celoso de verdad, Jacob tenía razón...
De repente lo entendí todo: claro que estaba celoso, no soportaba que otro tío mirara así a Eva, ni que la tomara del brazo y besara su mano... No soportaba que otro tío la rozara así, sabía como sería la textura suave y cálida de Eva en sus dedos, y no quería que nadie lo sintiera, no quería que nadie disfrutara rozando su piel, quería ser el único en el mundo con ese derecho.

Pero no. No era eso lo que me molestaba realmente. Lo que me molestaba era que Eva disfrutara con el roce de otras manos que no fueran las mías.

Estaba celoso como nunca lo había estado y no sabía como llevar esa sensación, nunca me había pasado.

Me levanté de golpe y Eva me miró con estupor.

-Voy fuera a tomar el aire -le dije a Eva. Me di la vuelta y di dos pasos hacia la puerta. Pero no escuché ningún sonido detrás de mí. Me giré y vi a Eva aún sentada en su silla. Le alargué una mano y le sonreí con tanta normalidad como pude-. ¿Vienes?

Eva se levantó y me cogió de la mano, y yo caminé a su lado en dirección al jardín.

Salimos y caminamos en silencio hacia el fondo, hasta un banco que había entre el límite del jardín y el principio del bosque que rodeaba el castillo. Me senté y Eva se inclinó para acomodarse a mi lado, pero yo la cogí por la cintura y la senté encima de mí. Eva soltó una risita, aunque yo seguía igual de serio. Apoyé mi mejilla sobre su pecho, poniendo mi oído sobre su corazón y notando como su ritmo había empezado a normalizarse.

-Es... es majo ese Eleazar ¿no? -le dije intentando mostrar indiferencia, cosa que no conseguí en absoluto.
-¿Majo? -dijo Eva soltando una carcajada-. Sí, ya veo qué bien te cae...
-¿Y a ti te cae bien? -le pregunté mirándola a los ojos y Eva me miró incrédula.
-Embry... ¿de qué hablas?
-Tu corazón latía tan fuerte como cuando estás conmigo -solté de golpe y una décima de segundo después cerré los ojos, arrepentido de que se me hubiera escapado.

-Tu corazón latía tan fuerte como cuando estás conmigo -soltó y cerró los ojos mientras lo terminaba de decir.

Uffffff pero cómo podía pensar semejante cosa, pero cómo podía ser tan estúpido. Te vas a enterar lobo estúpido.

-Oh sí, ya sé a lo que te refieres.-dije con voz sensual deslizando mis manos por las solapas de su chaqueta levantando los cuellos de sy camisa y deslizando mi nariz por su cuello.-de hecho me he planteado hacer un trio con él y contigo-dije en su oreja mordiendo el lóbulo de la misma.-No sabes cómo me ha puesto sentir sus dedos recorrer mi cintura, sus brazos fuertes y musculosos pegados a mi cuerpo, su gélido aliento en mi mano y sobre todo SUS DIENTES PONZOÑOSOS A ESCASOS MILIMETROS DE MI PIEL... IMBECILLLLLLL.

Y dicho esto me levanté de un salto de encima del su tembloroso cuerpo que ahora se había quedado helado.

-Mi corazón jamás latió de miedo por tí ¿sabes?

Eva se levantó de encima mío dejándome helado. La miré un segundo viendo como se alejaba cabreada de mí, y me levanté dando un bote y plantándome a su lado de una zancada.

-Espera, espera espera... -le dije cogiéndola de la mano y girandola hacia mí-. ¿Estabas así porque te daba miedo?

Eva me miró frunciendo el ceño con cara de mosqueo y yo no pude evitar soltar una carcajada.

-¿Te daba miedo?¿En serio estabas así porque te daba miedo?
-Dilo otra vez que aquel no se ha enterado aún -me dijo Eva sarcásticamente y con rabia señalando hacia el bosque.
-¡Joder! -exclamé riéndome y ocultando mi cara entre mis manos-. Entonces no te latía así el corazón porque estuvieras hablando con un vampiro elegante y buenorro...
-Embry cada día eres más idiota... -murmuró Eva intentando zafarse de mi mano. Me quedé serio y la miré de arriba a abajo.
-Perdona, me he puesto celoso ¿vale? Pero acepta que ese cabrón me estaba provocando... -la rodeé por la cintura hasta ponerla frente a mí, pegando su cuerpo al mío. La miré a los ojos y Eva se inclinó un poco hacia atrás-. Eva no es la primera vez que hablas con vampiros... ¿porqué estabas asustada?¿¡¡No te habrá hecho daño no!!?¿Te ha dicho algo?... -le pregunté olvidando todo y poniéndome en guardia de golpe.

-Oh sí me ha dicho que me quería chupar la sangre y despues convertirme en su concubina para siempre....Nooo.. será que me estoy loboidiotizando... no te digo. Embry estas paranoico.-dije intentando salir de entre sus brazos.. menuda nochecita que me esperaba.Me cansé de pelear contra un muro y me deje caer floja pero en luga de tener el resultado esperado de que me soltara me estrujo más ocntra él aún con el ceño fruncido.- Embry no puedo respi..rar.

En un segundo sus brazos me soltaron y su cara paso al terror total y yo satsfecha con mi teatrillo arreglé mi vestido y le saqué la lengua.

-Seras ca...-comenzó a decir Embry.- Ven aquí sin vergüenza.

Eché a correr hacia la carpa pero entre mis traicioneros tacones y su velocidad lobuno me alcanzó en un abrir y cerrar de ojos.

-Te ibas a fugar con él verdad?.-me preguntó mirandome a los ojos y yo fruncí los labios y cruce mis brazos haciendole estallar en risas.

-Tu es que eres tonto de remate EMbry.-dije y acto seguido le ordené- Bajame.

-No.

-Bajame -me dijo Eva enfurruñada pero yo la mantuve abrazada contra mí.
-No.
-Embry bajame.
-No -volví a negarme y hundí mis labios en los suyos con fuerza. La besé casi con fiereza mientras Eva seguía con los brazos cruzados, interponiéndolos entre su cuerpo y el mío.

La dejé lentamente en el suelo sin separar mis labios de los suyos y la cogí por los brazos descruzándoselos y haciendo que los colocara alrededor de mi cintura. La abracé contra mi pecho y seguí besándola hasta buscar su lengua con la mía, ronroneando al encontrar su dulce roce. Me separé de su boca y empecé a descender por la línea de su mandíbula, besando su cuello y murmurando entre beso y beso.

-¿Qué pasa...?¿Qué... ahora... ya no... se me per... mite estar... celoso... de mi pro... de mi propia chica o qué? -dije besando el hueco de su clavícula y apoyando mis manos en su cintura para evitar que se alejara de mí. Eva suspiró resignada y yo sonreí de lado-. Apestas a vampiro... -murmuré y me eché a reír arrancándole una ligera risita a Eva, que aún así estaba muy lejos de ser aquella risa que tanto me gustaba.

-Apestas a vampiro.-dijo EMbry haciendo que se me escapase la risa.

Me separé un poco de él y luego puse mis brazos en jarra.

-Eleazar dijo que tenía un olor miuy peculiar... supongo que era su manera de decirme que apestaba a chucho ¿no?-dije con fingido enfado.- Me temo que hoy no oleré bien a nadie.... que divertido.

EMbry se acercó a mí cogió mi mano con gesto muy solemne y sacando la corbata de su chaqueta me comenzó a limpiar la mano. No contento con el resultado la comenzó a restregar contra su antebrazo. Luego aspiro su olor y entonces sonrió.

-Ya esta, ya hueles bien amor mio.-dijo ante mi cara de alucine y no pude más que romper a reir... me estaba quitando el olor a vampiro...

Eva se echó a reír y yo sonreí de oreja a oreja. Me encantaba el sonido de su risa, me llenaba de un calor hogareño...
Me acerqué a ella y la rodeé por la cintura para besarla una vez más. Devoré sus labios lentamente mientras ella levantaba los brazos y hacía más palanca en mi nuca. Me separé lentamente de Eva para mirarla a los ojos, manteniendo mis manos en su cintura. Le sonreí sin separar los labios y ella se puso de puntillas para besarme una vez más. Pero de pronto algo se movió al otro lado del jardín y yo tensé todo mi cuerpo.
Me separé unos centímetros de Eva y Eleazar se acercó a nosotros con una copa de champán.

-Perdón... no quería molestaros -nos dijo con voz de locutor de radio-. Te estaba buscando Eva.

¿¿¿¿¿¿¿¿Comoooooooo?????????¿¿¿En serio tenía la cara dura de venir así???

-Han pasado repartiendo las copas y estaba pensando en como deshacerme de la mía cuando he recordado que tal vez había alguien que sí se la bebería.

Le sonrió a Eva de oreja a oreja y le tendió la copa, que Eva cogió timidamente.

-Ah, gracias... -le dijo y yo lo miré con todo mi odio. ¿Cómo podía tener tantísimo morro?¿Estaba intentando quitármela delante de mis narices?

Esto es increíble... sanguijuela asquerosa repipi, repelente, perfecto... perfecto imbécil, eso es lo que eres...

-De nada. Ehmmm... Vale, hasta ahora -se despidió haciendo un gesto con la mano y con una enorme sonrisa. Idiota... si se cree que me va a quitar a Eva lo lleva claro...

-Embry... -me susurró Eva cuando el sanguijuela impertinente había desaparecido de nuestra vista, y me di cuenta de que debía de tener la cara descompuesta por la rabia.
-¿Has visto eso? -le dije a Eva frunciendo el ceño-. ¿De qué va? Lo ha hecho a propósito... Será capullo... Claro como es un vampiro guapísimo y buenorro ya se cree que puede venir a vacilarme... idiota... como se pase contigo se va a meter en un problema muy gordo.

Eva soltó una carcajada y alargó la mano donde no tenía la copa, apoyándola en mi nuca y tirando de mí con fuerza.

-Ven aquí tonto... -me dijo y me besó apasionadamente, riéndose entre mis labios.

-Ven aquí tonto... -dije acercandome a los labio de EMbry y le besé sin poder contener la risa aín.- No ves que sólo lo hace por rabiarte. Seguro que nos ha oído y Emmet o Jasper han decidido vengarse de nosotros.

Le dije mientras recorría sus labios con la punta de mi lengua. Embry resoplo y yo me reí de su impaciencia. Cómo era capa de estar tan sumamente sexy cuando estaba celoso. Pegué mi cuerpo al supo lo máximo que dejaron nuestros trajes mientras le daba un trago a la copa. Se la dí a Embry, que mientras la vaciaba de un trago y luego rompían en pedacitos(ese es mim hulk xD), fui desabrochando los botones de su americana y deslizando mis manos por su camisa granate. Fuí ascendiendo por su pecho hasta llegar a su cuello dónde me agarré ante su atonita mirada y me puse de puntillas mientras le susurraba al oido.

-Oyes ese sonido ¿verdad?.- le dije sabiendo la locura con su simple tacto que se habia desbocado en mi pecho.- Esa si es tu marca registrada, jamás la vuelvas a comparar con ningun otra.

Dije tras posar una de sus manos en mi pecho y ahora deslizarme por su corbata y colocarle bien su americana.

-¿Nos vamos con los demás? -preguunté mientras daba unos pasos hacia la casa y extendía una mano en dirección a Embry.

-Mierda Eva.-dijo Embry mientras tiraba de mia mano y me ponía a su altura para cargarme como un saco de patatas. Nos llevo tras uno de los sauces llorones para ocultarnos de las vista y posó mi mano sobre su paquete que estaba totalmente firme ante mi reciente contacto.

-Guau Em.. yo..no era esa mi intención.-le dije sincerandome pero ruborizandome por las sensación casi tan locas como las suyas en mí.- Qué puedo hacer por tí.- susurré juguetona a lo que el estiró los brazos incrédulo para luego subirlos a su frente mientras se giraba en redondo y respiraba hondo sin mirarme.

Eva me había puesto a cien acariciándome de esa forma. No podía dejar de mirarla y desearla al verla tan preciosa como estaba, y encima llevando ese vestido que me gritaba "arráncame de su cuerpo".

-Guau Em.. yo..no era esa mi intención -me dijo cuando le hice tocar el bulto de mis pantalones. Me miró perversamente y me susurró con su voz más sensual-. Qué puedo hacer por tí.

La miré incrédulo y me giré dándole la espalda, echándome las manos a la cabeza y tapándome los ojos para no verla más. "Embry es solo una boda... aguanta la boda y cuando vuelvas a la habitación harás el amor con ella toda la noche... pero relájate por dios..." me dije a mí mismo, llenando mi mente de pensamientos como esos para intentar relajarme... Pero cada vez que pensaba en cualquier chorrada para que me bajara el calentón, se me colaba una imagen de Eva desnuda junto a mi cuerpo, o recordaba sus gemidos en mi oído, o su voz susurrándome te amos entre caricias... mierda, mierda, mierda, esto no funciona...

De pronto Eva deslizó sus manos alrededor de mi cintura hasta envolverme por detrás entre sus brazos y bajó una mano lentamente hasta mi paquete. Solté todo el aire de golpe y Eva me estampó con más fuerza contra su cuerpo.

-Eva... -jadeé apoyándome en sus brazos-. para mi amor, no hagas eso... no me lo pongas más difícil.
-¿Quieres que pare? -me provocó ella girando alrededor de mi cuerpo y colocándose frente a mí. Me cogió de la corbata y tiró de mí hasta ocultarme entre las sombras del bosque. Se apoyó contra un árbol y tiró de mí hasta juntarme con su cuerpo.
-Joder Eva... -suspiré rindiéndome y la besé impacientemente apoyando una mano en su nuca y la otra en la curva de su espalda.

Eva rodeó mi cuello con un brazo y empezó a dirigir su otra mano buscando una vía para introducirla en mis pantalones. Respiré entrecortadamente entre sus labios y empecé a levantar su falda sin importarme lo caro que fuera el vestido, ni si se arrugaría ni nada de nada... Introduje mi brazo bajo su falda acariciando su muslo hasta llegar a su trasero, estampando su cuerpo contra el mío, y descendí con mis labios besando su cuello y la curva de su clavícula, y de pronto la música del restaurante subió de volúmen como anunciando un baile y recordándome la cantidad de gente que había cruzando el límite del bosque y el jardín.

-Mierda... -murmuré contra su piel ardiente-. Estamos locos cariño, tenemos que parar...

-Mierda... Estamos locos cariño, tenemos que parar...-dijo EMbry mientras su respiración me respigaba el pecho.

PARAR????? de eso nada. No pensaba quedarme con el calentón. Haber venido dentro con los demás cuando te lo dije majo... pensé mientras mi mano se habría paso entre su cinturón y deslizaba la cremallera de su traje haciendole tensar.

-¿Estas seguro?.-jadeé en su oido mientras deslizaba mi mano por su miembro más que dispuesto a continuar.

-Eva, hay gente... es una boda....- dijo con voz ronca y un pequeño gemido salió de sus labios sin intención aparente. Sus manos se posaron a ambos lados de mi cabeza agarrando con fuerza el árbol mientras cerraba sus ojos.
Reseguí sus labios con mi lengua pero el seguía apretando sus manos y sus ojos con fuerza.

-Eva..-jadeo de nuevo mi nombre haciendome perder los pocos estribos que me quedaban.

Me estaba rechazando... se estaba conteniendo a mí..... esto no podía consentirlo. Era mió como yo suya e iba a demostrarselo. No pensaba permitirle pasar de mí. Me daba igual la boda me daba igual todo ahora mismo. Sólo estabamos él y yo en mi mente. Siempre el y yo.... Estoy hecha una pervertida horrible...

Me fuí descendiendo poco a poco por su cuerpo besandole por encima de la ropa hasta estar delante de su excitadisimo miembro y cuando mis labios lo rozaron mi cuerpo dejo de estar en el suelo para estar entre sus brazos y su mirada abrasadora ahora me perforaba los ojos. Su pecho agitado estaba pegado al mió y mis piernas se envolvian a su cuerpo con el vestido entre nuestro cuerpo arremolinado.

-No vuelvas a hacerme eso jamás.-dijo acercandose a mis labios y besandome con furia mientras notada sus manos en mi sexo apartar a un lado mi culot de encaje y su sexo a las puertas del mió.- Serás mi perdición Eva Swan.

-¿Por qué?.- pregunté entrecortadamente cuando su sexo presionó un poco el mió y un gemido salió de mis labios a un volumen muy poco humano, que sus labios pronto bloquearon.

-Por esto.-dijo EMbry embistiendome y haciendome suya con la misma pasión que el primer día , con el inagotable amor que recorría nuestras almas, con la misma destreza de alguien que esta hecho para encajar a la perfección dentro de mí.

-TE amo.-jadeé mientras me agarraba con fuerza a su cuello y notaba nuestros cuerpos unidos por el irremediable deseo y necesidad del uno por el otro.

Cuando supe que Eva se había hecho con todo el control de la situación y de todo mi cuerpo ya solo pude abandonarme al deseo y la lujuria. Eva besó todo mi cuerpo por encima de mi ropa, haciendo que la deseara más al no poder sentir el calor de su boca sobre mi piel. Cuando sus labios rozaron mi miembro sentí que me volvía loco, y solo pude cogerla en brazos y acomodarla sobre mi cintura. Eva recogió todo su vestido sobre su vientre, dejando sus piernas desnudas alrededor de mi cintura y yo la miré a los ojos jadeando. La aguanté contra mi cuerpo con un brazo, llevando la otra mano hacia su sexo y apartando su ropa interior para unirnos de una vez por todas, como tanto estábamos deseando los dos.

-No vuelvas a hacerme eso jamás. Serás mi perdición Eva Swan -susurré entre sus labios.
-¿Por qué?
-Por esto -jadeé y apretando mis manos en su cintura la penetré con una fuerte pero cuidadosa embestida que nos hizo gemir enloquecidos.
-TE amo -jadeó Eva y yo gemí entre sus labios, mezclando nuestras voces y nuestros alientos mientras Eva se agarraba con fuerza a mi cuello.
-Te amo Eva -le respondí mirándola a los ojos antes de empezar una guerra entre nuestras lenguas.

Apreté mi cuerpo con más fuerza contra el suyo entrando más en su interior y llevé mis manos hacia su espalda, buscando la cremallera de su vestido. La bajé un poco, lo justo para poder bajarle el cuello palabra de honor, y hundí mi rostro en sus pechos, besándolos con fiereza y moviéndome con más fuerza en su interior. Eva empezó a gemir tirándome del pelo, y yo enfrenté nuestros rostros rozando sus labios con los míos.

-No grites... -jadeé frente a su boca-. No grites mi amor...

Le pedí, pues yo mismo estaba ahogando mis gemidos convirtiéndolos en bufidos para que no nos escucharan. Eva me mordió el cuello para ahogar su voz contra mi piel y eso me excitó aún más. Seguí embistiéndola cada vez más fuerte y más deprisa y Eva clavó sus uñas en mi nuca, temblando cada vez que entraba más fuerte en su interior. Incrementé el ritmo y empecé a jadear su nombre entre gruñidos sintiendo como llegaba al éxtasis.

-Embry... Embry -jadeó Eva moviendo sus caderas contra mi vientre y sellé su boca con la mía sabiendo que aquel orgasmo se oiría de allí a La Push. Apreté mis manos en su trasero y llegamos juntos al orgasmo, abrazándonos con fuerza y temblando, y ahogando nuestros gritos el uno en boca del otro.

-Te amo -le susurré una vez más cuando empezábamos a relajarnos, respirando con fuerza y aún abrazándola contra mi pecho.

Había despertadi a la fiera y ¡qué fiera!. Estabamos teniendo un encuentro tanto o más loco que el día que Jake y Nessie habian venido a visitarnos tras nuestra fuga y aquello se le estaba quedando pequeñisimo.
Embry llevaba un rimo buenisimo entre mis piernas cuando note su mano soltar mi trasero para agarrarlo solo con uno y recordarme con un sólo empuje que mi peso no era nada para un lobo com él. Le notaba dentro de mí sin restricción y el hecho de estar haciendolo en el linde del bosque con la gente de aldao en la boda no hacía más que poner morbo a la situación... estoy enferma o que me pasa.
Su mano libre me estaba bajando la cremallera del vestido y eso hizo que tensara mi cuerpo, lo cual solo provoco un gemido por su parte.
¿¿¿¿Pensaba dejame en pelotas delante de todo el mundo????. Sus labios se posaron en mis pechos haciendome arquearme hasta que atrapo un pezón entre sus labios y eso me hizo entender la maniobra de la cremallera y yo pude más que incrementar los jadeos de mi boca con su nuevo roce explosivo y aferrarme más desesperadamente a su cuerpo. Tiraba de su pelo cómo valvula de escape... tenía que estar haciendole daño pero el no parecía ni sentirlo. EMbry se irgió sin dejar de bombear en mi ser y me miró. Tenía los ojos entrecerrados del placer y el sudor salpicaba su rostro haciendo de él el mejor anuncio erotico-festivo del mes.


-No grites... -jadeó en mi boca-. No grites mi amor...

Aquellas palabras no tuvieron el toque persuasivo que el pretendía pues me había puesto aún más al rojo vivo. Cerré mis labios pero en cada embestida los abría sin remedio. ¿qué hago? qué hago?.

ME aferré a su cuerpo y tiré del cuello de su camisa aflojando con ello la corbata y hundí mi rostro y mi boca en su cuello mordiendole en cada una de sus estocadas de cielo.

Cada segundo se sumergía más y más en mis adrentos y yo creía explotar de placer en sus manos. Es imposible ser tan ridiculamente perfecto. Era la máquina perfecta de amor. ME agarré a él con uñas y dientes y nunca mejor dicho notando como su ritmo se incrementaba con nuestro placer y sintinedo como mi cuerpo comenzaba a mandar oleadas de calor y hormigueó por mi cuerpo. Estaba apunto de caramelo y yo solo que ría que el viniera conmigo pero como decirselo... se me había olvidado cómo se hablaba.

-Embry... Embry -Le urgí con mi cuerpo y mi voz. Sus labios se posaron en los mios ahogando nuestro gemido el cual fue estridente por mi parte y muy muy gurtural por la de él. Acababamos de llegar al orgasmo una vez más unidos y el sabor de su voz en mi boca y del mio en la suya sólo fue una parte más de un baile perfectamente coreografiado.


-Te amo.- y aquí la guinda de mi pastel, la palabra `perfecta de mi mágico mundo.Le bese aún con mis piernas enrededas en él pues no pensaba bajarme jamás desu cuerpo. EMbry me depositó con cariño sobre el suelo y yo sentí mis piernas de plastilina al tocarlo.
-Embry...-dije estirando mis brazos para que volviera a tomarme en brazos y este sonrió como un niño ante mi petición y me abrazo con fuerza hasta ponerme frente a él y besarme mientras me colocaba bien con su gentil mano el culot y luego bajaba mi faldón y mi falda despidiendose con sendas caricias de mis piernas que poco a poco recuperaban su movilidad sólo que su única meta era estamparme más ocntra él.
Se rió acariciando mi rostro y mi pelo mientras me soltaba en el suelo y yo suspiré resignada. Sus manos descendieron por mí pecho colocandolo dentro de su sujetador y despues colocó el vestido como pudo y yo le ayude entre sonrisas. Me envolvió en sus brazo mientras besaba mi hombro mi cuello y mi oreja pude notar como sus manos me subian la cremallera del vestido.

Sonreí como si tuviera una maldita percha en mi boca ante tan delicados caricias y roces... este hombre me iba a derretir... moriría de amor aquí mismo.

Me devolvió la sonrisa haciendo que el pavo del anunció de happident fuera sherk a su lado. ¿Su sonrisa cuando se volvió tan condenandamente perfecta a ver?.. a sí que siempre lo ha sido.. suspire y el volvió a reirse mientras guardaba semejante arma de destrucción masiva en su tanque-boxer negro.
Di un paso hacía él y pose mis manos sobre las suyas mientras cerraba su pantalón y subía con delicadeza su cremallera haciendole temer por su hombría un rato. Reimos bajinto mientras el se abrochaba el cinturón y se ponía la camisa por dentro. Yo coloqué mis manos sobre los botones abiertos y los fui cerrando mientras memorizaba el roce de mis dedos hasta el siguiente. Tomé su corbata y se la rehice subiendo los cuellos de su camisa. Sé los amolde a ella y después cuando tomaba la americana para cerrarle el deposito sus brazos en mi cintura estrechandome y lo ví.... lo víiiii...
EMbry tenía un chupetón enorme en su cuello y yo me asuste muchisimo. le había echo eso yo a él.

-Ah- jadeé señalandolo y el se volvió a reir. y poco a poco ví como este cambiaba de color y acababa siendo una sombra en su rojiza piel.

Eva y yo estábamos como embobados. No podíamos dejar de mirarnos y de sonreír, éramos como adolescentes enamorados por primera vez y viviendo el mejor verano de sus vidas. Aunque bien pensado, era exactamente lo que me estaba pasando a mí. Solo que aquello no sería solo un verano feliz, Eva se había convertido en toda mi vida, y estaría a su lado hasta el último de mis días.

Nos vestimos el uno al otro despacio, despidiéndonos del cuerpo del otro entre miradas y caricias, y cuando nuestras ropas estuvieron de nuevo en su sitio rodeé a Eva por la cintura para estrecharla contra mí. Pero de pronto ella mi miró el cuello y jadeó asustada. Me eché a reír y me froté el cuello allí donde un momento antes había notado como Eva me hacía un chupetón enorme.

-Ha sido tu forma de aguantar los gritos -le dije riéndome y Eva puso cara de arrepentimiento y sorpresa a la vez-. Aunque pronto se borrará...
-Ya no está -dijo atónita y yo me volví a reír.
-Cosas de lobos -le dije sacando el pecho y apoyé un dedo sobre su cuello-. Aunque el tuyo es más grande y no creo que desaparezca tan rápido.
-¡Embry! -exclamó ella tapándose el cuello con una mano y yo solté una carcajada.
-Es broma cariño -le sonreí de oreja a oreja y la estreché con más fuerza contra mi pecho. La besé rozando sus labios uno a uno y buscando lentamente su lengua y ronroneé entre sus labios-. Cariño espérame aquí.
-¿Qué?¿A dónde vas?
-Voy a buscar algo para ti, te prometo que no tardaré ni un minuto, pero no te muevas porfavor. Te amo cariño -la besé una vez más y eché a correr hacia el ascensor.

Me giré un segundo antes de cruzar la puerta de la recepción y vi que Eva seguía en el mismo lugar. Ya vuelvo, ya vuelvo mi amor... pensé y corrí más deprisa. Subí a la habitación y entré como un tornado sin cerrar la puerta. Cogí el ramo de rosas y saqué una, y metí el ramo en un jarrón con agua. Volví a salir y corrí más deprisa de nuevo hacia ella. Salí al jardín trotando y entré en el bosque, plantándome frente a Eva con la rosa en la mano. Eva se había arreglado el pelo recolocándose el recogido y yo corté el tallo de la rosa dejándolo un poco más corto. Le puse la rosa en el pelo, introduciendo el tallo en su recogido y la miré a los ojos.

-Quería que llevaras algo mío... y supongo que eso te queda mejor que unos gayumbos en la cabeza ¿no? -le dije riéndome y Eva me dio un puñetazo en el pecho.
-Eres especialista en romper toda la magia -me reprochó pero soltó una carcajada. Se puso de puntillas y yo la estreché por la cintura haciendo que sus pies se separaran del suelo, fundiéndonos en un dulce y cálido beso.

-Ha sido tu forma de aguantar los gritos. Aunque pronto se borrará...-dijo Em, mientras yo me sentía culpable.. le había hecho daño y no dijo nada... iba a tocar aquel rosado en su piel y de pronto se desvaneció dejando la piel de mi hombre intacta.

-Ya no está -susurré embobada acariciando la antigua marca. Mi hombre era a prueba de bombas.


-Cosas de lobos.-dijo de forma garrula.. presumido- Aunque el tuyo es más grande y no creo que desaparezca tan rápido.

-¡Embry! -grité tapando mi cuello.. genial, odiaba ir marcada y que todos los vampiros se fijaran aún más en el bombeo de mi cuello.


-Es broma cariño -dijo logrando que así yo volviera a respirar y me beso poco a poco con ternura disfrutando de cada caricia que le daba a mis labios y... se separo-. Cariño espérame aquí.
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
-¿Qué?¿A dónde vas?- pregunté desconcertada

-Voy a buscar algo para ti, te prometo que no tardaré ni un minuto, pero no te muevas porfavor. Te amo cariño -Me besó y desapareció corriendo de entre mis dedos sin darme tiempo a parpadear cuando ya se veía a lo lejos en el ascensor de Hall.

Vuelve... vuelve... gritaba en mi fuero interno. Él se paro antes de entrar y me miró sonriendo cómo si pudiera oir mis pensamientos... Espero no haber gritado eso como una niña pequeña...
Embry tardaba y yo cada vez anhelaba más su calor.. me iba a volver loca esté chico.. que estará tramando. ME abracé los hombro sy cuado llegué al cuerllo note como mi peinado estaba deshecho..Mierda comencé a quitar uno por uno los invisibles hasta dejar toda mi melena sobre mis hombros. Cuando comencé a recogermelo, unas manos más expertas tirarón de él hasta enroscarlo en un moño. AHora EMbry sabía peinar. Sonreí ante su pericia y cuando su gélida mano me rozó el hombro me envaré.

-AHhhhhhhhhhhhh.- grite saltando pero me agarró para que no pudiera moverme.

-Tranquila, soy Bells, dame las horquillas y listo.-dijo y yo le pase las dichosas horquillas.

Se giró para contemplarme y sonreirme cuando lo hizo, yo le dediqué una sonrisa más ancha. Sus ojos, pese a no ser los chocolate de siempre, tenían un nuevo brillo en ellos.

-Estás preciosa prima.- me alabó.

-No digas chorradas, tu no te has visto en un espejo ¿o qué?-dije señalandola y ella rió.

-Lo que pasa que tu no puedes apreciar todos los detalles cómo lo hago yo... desprendes amor, por cada uno de tus poros Eva, y estoy muy feliz por ellos.- me dijo para luego abrazarme. La estreché con fuerza dejando rodar una lágrima furtiva.

-Gracias Bells, si no llega a ser por tí jamás hubiera conocido esta felicidad.-le dije con sinceridad en su hombro. Le dí un beso en la mejilla y me sonrojé.- Pidele disculpas a Edward, se que os estamos molestando un poco pero...

-Tonterías tonterias.. no sabes la alegría que me estan dando cuestras hormoonas.-dijo para luego guiñarme un ojo mientras se recogía el vestido y se giraba para irse a la fiesta.

A los dos segundos Embry apareció de la nada con su sigilo... dichoso sigilo.. cuelgate un cascabel o acabaré muriendo de un infarto.
Tenía la respiración agitada por la carrera u traía una rosa en la mano.



-Quería que llevaras algo mío... y supongo que eso te queda mejor que unos gayumbos en la cabeza ¿no? -dijo mientras con un gesto romanticón predía la rosa en mi moño... si no lo llega a adornar con la frasecita ahora mismo estaría babeando en sus zapatos.

-Eres especialista en romper toda la magia -.dije con ironía pero no pude romper a reir y él conmigo.
Nos besamos transmitiendonos en ese beso todo nuestro amor y cuando volví a abrir los ojos él se estaba quitando la chaqueta y posandola en un banco cercano a nosotros dónde yo había dejado mi bolso.. bueno vale lo había lanzado en el momento de pasión...

-¿Me concede este baile señorita?.-dijo inclinandose en una reverencia.

Yo tomé mi bestido hice la reverencia propia de una chica y le contesté- Con mucho gusto caballero.

Me tomó en sus brazos y comenzó a deslizarse de una lado para otro conmigo siguiendole. ¿¿EMbry sabia bailar??

-Ei, desde cuando sabes bailar tan bien.-pregunté curiosa.

-Hay muchas cosas que aún no sabes de mí.-dijo haciendose el interesante. YO fruncí el ceño y le pegué un pisotón qu apuntó estuvo de romper mi tacón. Él respondió dejandome caer para atrás al más puro estilo bailarín para luego recogerme y pegarme mucho mucho a él.

Yo reí y seguimos bailando pero la curiosidad e invadió de nuevo.. quien le había enseñado.. dijo que nunca había tenido novia.. los chicos sólo aprenden esto para bailar en los bailes de promoción o en su boda.. y él que yo supiera no estaba casado... Seguía cavilando cuando un dedo suyo con mi mnao dentro de su palma se deslizó por mi frente deshaciendo la arruga que había en ella.

-¿En qué piensas tanto?.-preguntó dolido por no estar comiendomelo a él con la mirada ¿o que?.

-En tu forma de bailar...-susurré.
ENtonces EMbry se freno tomó mi cuerpo contra él suyo giro mi cara hacía la derecha y la suya tambien aprovechando un cambio de ritmo en la música y comenzó a caminar haciendo el payaso con el brazo estirado pariodando un tango con lo que yo me eché a reir. Me cogió en el aire y me hizó girar como si estuvieramos en dirty dancing 3 y yo no podía para de troncharme... Era mi payaso favorito.

-¿Mejor así?-preguntó mientras me dejaba aterrizar.

-SI me has puesto casi tanto como patric swayce.-le dije aún riendome.-No sería su versión femenina quién te enseñó ¿no?.

-Mira por dónde a quién le reconcomen ahora los celos.-dijo divertido y yo le saqué la lengua con toodas mis ganas

Sabía que bailar en aquella boda probablemente me diera mucha vergüenzam pero quería bailar con mi pequeña, así que aproveché aquel momento de soledad en el jardín. La tomé entre mis brazos y empezamos a bailar siguiendo el ritmo de la música, que llegaba a un volúmen bajito desde el salón del restaurante. Eva se sorprendió por mi forma de bailar, y yo cambié de estilo para empezar a bailar en cachondeo, haciéndonos reír a los dos.

-¿Mejor así? -le dije después de zarandearla de un lado a otro y levantarla en el aire.
-SI me has puesto casi tanto como patric swayce. No sería su versión femenina quién te enseñó ¿no?.
-Mira por dónde a quién le reconcomen ahora los celos -le dije sonriendo de lado.

Eva me sacó la lengua con rabia, aguantando una sonrisa y yo la atrapé entre mis labios. La besé apasionadamente y ella se dejó abrazar por mí, dejando todo el peso sobre mis brazos. La estreché contra mi pecho y seguí besándola mientras ella acariciaba con dulzura mi cuello.

-Me enseñó mamá -le dije cuando me separé de sus labios-. Ya sabes, yo era el hombre de la casa, era "su chico" así que en los bailes siempre bailaba conmigo.

Un deje de tristeza afloró en mi voz y a Eva no le pasó desapercibido. No me gustaba que mamá hubiera pasado su vida sola, y la consideraba una mujer muy fuerte, me había sacado adelante ella sola...

-Em, cariño... -me susurró Eva mirándome a los ojos y yo le sonreí-. ¿Te hubiera gustado conocerlo?
-¿A mi padre? -Eva asintió y yo negué con la cabeza-. No. Tengo la mejor madre del mundo y soy feliz así. Si ahora conociera a mi padre seguro que todo sería más complicado. Además, creo que mi madre está enrollada con alguien... pero no me dice nada. Recuerdo que le encantaba bailar conmigo, sobretodo cuando me hice más alto que ella.

Me reí y abracé a Eva contra mi pecho volviendo a bailar lentamente al ritmo de la música. Me quedé embobado mirándola, acariciando su rostro con la mirada, cada una de sus curvas, cada pliegue de su piel, sus labios definidos, sus largas pestañas... Recorrí su rostro, su cuello y sus hombros con la mirada hasta ver mis brazos alrededor de su cintura. Nunca me acostumbraría a la felicidad que me causaba abrazar a Eva. Volví a llevar mis ojos hasta su rostro y vi sus mejillas encendidas, cosa que me hizo sonreír.

-Te quiero -le susurré muy bajito y Eva sonrió ligeramente, aunque sus ojos seguían fijos en los míos, expectantes-. ¿Estás bien cariño? -le pregunté acariciando su espalda y aún moviendo mis pies entre los suyos, y desconcertado por ese momento de bajón en que los dos nos habíamos quedado abrazados, simplemente mirando al otro.

-Me enseñó mamá. Ya sabes, yo era el hombre de la casa, era "su chico" así que en los bailes siempre bailaba conmigo..-dijo Embry. Note la tristeza involuntaria en su voz al hablar de su madre y aquello me entristeció.No me acordaba de que Embry jamás había conocido a su padre.

-Em, cariño... ¿Te hubiera gustado conocerlo?.-le pregunté con cariño mientras acaricié su rostro.
-¿A mi padre?. No. Tengo la mejor madre del mundo y soy feliz así. Si ahora conociera a mi padre seguro que todo sería más complicado. Además, creo que mi madre está enrollada con alguien... pero no me dice nada. Recuerdo que le encantaba bailar conmigo, sobretodo cuando me hice más alto que ella..-dijo con un deje nostálgico en su voz.

No quise presionarle más sobre el tema supuse que me contaría lo que quisiera que yo supiera más adelnate así que me deje guiar por sus pasos y me hundí en su pecho disfrutando del ritmo de su corazón al bailar. Sus ojos me escrutaban una y otra vez, pero decidí no hacer más comentarios al respecto.. bastante había metido la pata. Y yo entendía si el quería mantenerme alejada de esa parte de su historia.
¿Y si no quería que conociese a su madre, y si to no le gustaba a ella.? Seguro que era una mujer fuerte e independiente. Debía descender de algun antiguo lobo jefe de la tribu pero ningún chico le trataba como si fuese su primo... Además tenían simbolos de otra tribú en su casa.. ¿¿sería Embry hijo ilegitimo del viejo Ateara, Uley o BIlly?? Aquello me hizo revolverme nerviosa. No sabía porque pensaba esas estupideces y enrojecí de vergüenza pero no estaba aún preparada para preguntarle nada sobre eso.. No me sentía con el derecho de preguntar sobre su vida anterior a mí.

-Te quiero.¿Estás bien cariño?-Me preguntó Embry mientras me llenaba de caricias. YO le devolví una sonrisa que no lleno mis ojos pero que a él le bastó para dejar de bailar y rodear mi cara con sus manos.- ¿Algo va mal?

-No mi amor.-dije metiendome entre sus brazos fuertes.- Abrazame, porfavor, quiero sentir tu calor.-le dije con la voz estrangulada de la emoción.-No quiero que vuelvas a sufrir jamás. Quiero hacerte feliz, quiero que seas pleno conmigo.

-Ya soy feliz, porque tu estas a mi lado Eva.-dijo susurrando en mi pelo mientras me envolvía aún más fuerte entre sus brazos.-No te vayas nunca, no me dejes sólo.

-Jamás.-le dije seria mientras me incorporaba para enfrentar sus dulces ojos brillantes de la emoción cómo los mios.- Tú me completas. Eres parte de mi ser, parte de presente, parte de mi pasado, y parte de mi futuro. Mi mundo sólo ha girado en la dirección correcta desde que te conocí. Sé que el destino me tenía esta sorpresa. Sé que te pertenezco desde aquella dichosa noche en que me salvaste de morir ahogada. Sé que el oxigeno carece de sentido para vivir, si tú o estas a mi lado. Sé que las noches que tu no estes tendré frio, porque mi corazón sólo siente ya tu calor. Creo que me estas haciendo una cursi remilgada pero sé que esto es mucho más que Amor. Eres mi sino, mi ángel de la guarda, mi compañero, mi guía, mi mejor amigo, mi aire, mi protector, mi todo.-le dije entre lágrimas intentando expresar todas las millones de raices que salian de mi cuerpo para enraizarse en su ser.- Jamás te libraras de mí. Yo no pienso abandonarte Embry.

Eva me habló mirándome fijamente a los ojos y yo sentí miles de cosas distintas en mi cuerpo. Nunca había sido tan feliz como en ese momento, como en ese instante justo en que Eva me había declarado todo su amor, jurándome que estaría a mi lado para siempre. Ni siquiera era capaz de imaginarme una felicidad tan absoluta y profunda, y se me hizo un nudo en la garganta al mirar a Eva y ver en sus ojos que todo lo que me había dicho era cierto, y que estaría eternamente entre mis brazos tal y como estaba en ese instante.

De pronto una lágrimas resbaló por su mejilla y yo me apresuré a borrarla con mi dedo pulgar.

-Eh... eh mi amor, ¿porqué lloras? No llores... -le susurré con ternura. Se me quebró la voz y no pude evitar que se me escapara una lágrima. Eva levantó una mano y me secó la lágrima con el pulgar. Me reí ante lo irónico de la situación y la abracé con fuerza-. Joder... perdona cariño, es que todo esto es tan... -le dije avergonzado por haberme echado a llorar. La miré a los ojos y sollocé emocionado-. Nunca había sido tan feliz Eva. Quiero vivir siempre así, entre tus brazos. Me da igual la boda, me da igual la manada, me da igual lo que digan y me da igual todo el mundo... solo quiero pasar el resto de mi vida abrazado a ti... A veces imaginaba como sería mi vida cuando fuera adulto, me imaginaba acabando mis estudios, o con un trabajo, con mi propia casa, me preguntaba si alguna vez habría alguna mujer que llegaría a amarme... y me conformaba con todo eso, me parecía una vida lo suficientemente feliz. Y ahora de pronto me veo a tu lado, al lado de la mujer más maravillosa que jamás hubiera podido imaginar, y todo mi cuerpo se llena de una felicidad casi insoportable solo con que me rocen tus manos. Tú has llenado mi vida de luz y de calor Eva, ya nunca volveré a sentirme solo porque sé que estás a mi lado, y voy a hacerte la mujer más feliz del mundo. Sé que no me merezco todo el amor que me das, pero haré todo lo que esté en mi mano para merecermelo. Te amo Eva, con cada poro de mi piel. Te amo por encima de todas las cosas... abrázame fuerte cariño.

Eva apretó sus brazos en mi cintura y yo la rodeé al máximo con mis brazos. Empecé a besarla despacio, llenando de miles de suaves besos sus labios, sus mejillas, su mentón, su cuello, y todo su rostro, lleno de la más pura adoración. Realmente la adoraba, era mi diosa, mi musa, mi sol y mi luna, el aire de mis pulmones y el bombeo de mi corazón. Eva era mi vida en todos los sentidos. La abracé hundiendo mi rostro en su cuello y susurrándole una y otra vez cuanto la amaba.

-¿Cómo puedes decir que te estoy convirtiendo en una cursi? ¡Mírame a mí! -me reí sobre su piel y Eva se rió conmigo-. ¿Quién se va a creer que soy un peligroso y enorme lobo? Ahora mismo estoy más blandito que un oso de peluche... -Eva me sonrió y me dio un suave beso en los labios que me elevó varios metros del suelo-. No quiero entrar ahí... quiero quedarme así contigo... -supliqué abrazándome a su cintura y apoyando la mejilla en su pecho, sabiendo que tarde o temprano deberíamos entrar y seguir con la boda.

No podía haber más empalague en el ambiente. Adoraba la forma en que EMbry me amaba la forma en que me besaba para demostramelo la forma en que sus fuertes y calidos brazos me protegían. Nos amabamos por encima de cualquier cosa. Nos deseabamos con una locura insana. Nos entendiamos de una manera sobrenatural con sólo una mirada. Nos envidiabamos y celabamos como auténticos animales que marcaban su territorio. Nos.. siempre nos.. me encantaba ese apelativo. Hacía ya un tiempo que mi cuerpo dejaba de usar el posesivo mío o el pronombre yo. Ahora solo exitía un nosotros y un nuestro. Nuestra vida, nuestro amor, nuestro futuro... y aquello daba un miedo atroz.

Apabullaba tanto que cualquiera hubiera salido pitando en dirección contraria pero por primera vez en mi vida estaba luchando y afrontando los hechos. EL amor tiene facil la entrada pero dificil la salida. Yo he dejado de buscar la salida para ser feliz en la estancia.

-¿Cómo puedes decir que te estoy convirtiendo en una cursi? ¡Mírame a mí!. ¿Quién se va a creer que soy un peligroso y enorme lobo? Ahora mismo estoy más blandito que un oso de peluche... -dijo EMbry y yo le sonreí.. pobre no habia oido mi retaila mental de cursiladas..- No quiero entrar ahí... quiero quedarme así contigo...

-Vamos grandullón, ¿desde cuando les tienes miedo a unos vampirillos de ojos caramelo?.-pregunté irónica y Embry gruñó en mi pecho haciendome cosquillas y reir.- Mira que si entro sóla no se que será de mí.. me estoy pensando lo de ser concubina de Eleazar.-dije picajosa y riendo pero Embry comenzó a temblar y me asuste. Abracé su cabeza susurrandole que era broma y que le amaba pero los temblores no cesaban.

Embry deshizó mi agarré con mano firme pero con suavidad en un movimiento rápido mientras me tumbaba en el banco.

-¿No tienes un deja-vu?.-dijo con su mejor sonria torcida y yo estalle en risas.

-Eres un capullo.-le dije mientras golpeaba en broma su pecho y el acaraciaba mi pelo.

-Vamos... no pensarias ponerme celoso despues de semejante declaración de amor ¿no?.-dijo hacienodo que me ruborizara. Acercó su rostro al mió mientras me magnetizaba con su mirada y me susurraba.- ¿verdad que no princesa?.

-Yo...-me estaba agilipollando por momentos sin saber conectar ideas ni palabras, EMbry me estaba aturdiendo con su manera salvaje como siempre... agite mi cabeza cerrando los ojos y fruncí el ceño.- Pensaba que solo los vampiros aturdian a sus presas.

Embry estalló en risas y removió mi pecho y el suyo mientras besaba mi nariz y mis ojos y yo suspiraba de amor.

-A mí también me gusta aturdir a mis presas, y soy un cazador mucho más eficaz que cualquier vampirillo... -le susurré a Eva con una mirada perversa-. Y tú eres mi presa favorita...

Me tumbé encima de ella amoldando mi cuerpo al suyo y apoyándome sobre mis codos para que Eva no soportara ni un gramo de mi peso. La mordí en el hombro gruñendo y Eva se echó a reír. Deslicé una mano por su vestido levantando ligeramente su falda hasta que pude acariciar su pierna derecha a la altura del gemelo. Eva suspiró y yo ahogué su suspiro besándola con ternura.

-Mmmm... -ronroneé entre sus labios- te vas a salvar porque aquí no estamos ocultos de las miradas -de pronto se escuchó un poco de alboroto dentro del restaurante y me pareció captar un fino efluvio del olor de Emmett-. Y creo que ha llegado el novio... se nos acabó el tiempo pequeña. Pero te vas a enterar cuando volvamos a la habitación...

Me reí perversamente y separé mi mano de su pierna, colocándole de nuevo la falda en su sitio.

-Te amo Eva -le susurré esta vez sonriendo de corazón y la besé una vez más-. Vamos...

Me levanté de encima suyo y la ayudé a levantarse tendiéndole una mano. Eva se incorporó sentándose en el banco y de pronto tiró de mi mano con toda su fuerza. Me incliné y Eva me besó de una forma muy poco legal. Me sumergí en su beso al máximo y entonces Eva lo dio por finalizado, levantándose y cogiéndome del brazo, y empezamos a caminar hacia el restaurante.

-Yo también te amo -me susurró apretándose contra mi cuerpo. No pude evitar sonreir de oreja a oreja, y solté mi brazo del suyo para rodearla por encima de los hombros, estrechándola con fuerza contra mí.

Hundí mi nariz en su pelo mientras caminábamos y cerré los ojos aspirando profundamente su dulce aroma.

-Cariño -le dije pensativamente a pocos pasos de la puerta de entrada-, me gustaría que conocieras a mi madre... Si tú quieres, claro. Bueno, es que lo he estado pensando y entre la boda y el viaje a Isla Esme, cuando volvamos a casa ella estará allí porque tendrá vacaciones... Ya sabes que mientras trabaja nunca está en casa pero como tendrá vacaciones estará allí... y no sé... sois las dos mujeres de mi vida y me gustaría que os conocierais. Bueno como tú quieras -agaché la cabeza timidamente y cogí a Eva de la mano tirando de ella hacia el restaurante para evitar que me contestara en ese momento y así no presionarla más.