despejándome

Fuí hasta Port Angeles por un antiguo camino que nadie transitaba corriendo a toda velocidad, necesitaba sentirme libre, hacer alguna de mis locuras, no pensar en los problemas y relajarme para poder visionar algo más tarde, por el camino admiré los árboles, tan verdes y forndosos como siempre.Que eran balanceados por el viendo suavemente.Llegué hasta la pequeña ciudad y fuí a pasear hasta el final del muelle donde me senté a contemplar el profundo mar azul, balanceando mis piernas en el aire y canturreando una canción.

Haciendo caso a la invitación de Alice, tras despedirme con una seca sonrisa de los presentes, la seguí hasta Port Angeles.
Parecía disfrutar de la poca libertad que se le había otorgado, yo tomé el camino contrario y corrí meciendo mi larga cabellera, ésta ondulando suavemente en mi espalda.
Recorrí las calles sin mirar a los lados, sin atender a ningún sonido, hasta llegar a un oscuro callejón. Un estremecimiento me recorrió la espalda y, sin embargo, me sentí fuerte y poderosa.
Cerré y abrí los ojos en apenas un segundo. Giré a la esquina y me encontré a mi hermana mirándome asombrada.
- Alice-dije algo distraida- ¿Quieres dar una vuelta o prefieres seguir correteando con el viento?

Iba a doblar una esquina cuando derrepente me encontré con Rose,la verdad esque me sorprendió verla allí, no sabía que aceptaría mi invitación despues de haberle robado el protagonismo en su boda.

-Rose!...¡Qué susto!La verdad es que había pensado en salir de compras...hace mucho tiempo que no compro nada.¿Me acompañas?-le dije con una sonrisilla de niño pequeño cuando quiere que su mami le compre algo, mientras sacaba de mi cartera la tarjeta de crédito y la movía ante sus ojos

- Mmm, de acuerdo, pero tendrás que compensarme por lo de la boda... y por haber dicho que te he asustado. ¿Acaso tengo cara de monstruo? Por cierto, no dejaré las cosas así. ¿Como se te ocurrió casarte con Jasper en el mismo momento que yo? Deberías de haberlo evitado, no sé cómo-agregué al ver que abría la boca para replicar- quizás distrayéndole comprándole algún uniforme militar o algo por el estilo. No se te había ocurrido, ¿verdad?-dije cuando All abrió sus grandes ojos de par en par- Ya ves que soy mejor que tú.

Alice me sacó la lengua y yo enarqué una ceja. Saqué el pequeño espejo del bolsillo de mi pantalón y me miré en él. Todo bien. Intenté olvidarme el asunto del callejón, tragué saliva con fuerza, sonreí mostrando mis dientes y fuimos directo a las tiendas.

Decicí no discutir con Rose, me limite a reirme por sus comentarios, aunque levemente para que no se notase y sacarle la lengua, la verdad es que las palabras malévolas de Rosalie siempre eran de lo más ingeniosas.Y bueno...ya la conocía no iba a cabrearme con ella por ser como era.Al final me dedicó una sonrisa y partimos hacia la zona de tiendas.

-¿Tienes algo en mente qué quieras comprar para ir primero a esa tienda?-le pregunté porqué sabía que si nos enrrollábamos viendo tiendas al final acabaríamos comprando y probándonos un montón de cosas y cerrarían las demás.Fue entonces cuando en un escaparate los ví, tan relucientes y perfectos que aumentarían mi altura de manera sobrecojedora...me quedé embobada babeando delante del escaparate.

Vi que mi hermana se quedaba quieta, demasiado quieta, observando en la vidriera un par de zapatos exquisitos, con un taco altísimo que seguro destacarían mis perfectas piernas.
Miré de reojo a Alice y me lancé de lleno contra la puerta, ella siguió mis pasos al darse cuenta de lo que había planeado. Ambas chocamos a la entrada del local, produciendo un fuerte ruido que por suerte se camufló por el estruendo de un camión al embestir con furia un paredón. Ups, pobres hombres.
En fin, All y yo entramos a la tienda y nos miramos amenazantes. ¿Quién se quedaría con los zapatos "mágicos"?

Cogí uno de los zapatos apresuradamente en un rápido movimiento, la dependienta nos miró con cara extraña abriendo los ojos de par em par, cuando alcé la vista Rosalie tenía el otro zapato.

-Rose...No puedes hacerme esto...sé que solo hay un par y las dos tenemos el mismo número.Tú eres más alta, no lo necesitas...además no sabes valorar este zapato,¡apuesto a que nisiquiera sabes que zapato es este!Rosalie Hale este zapato será mioooooooooooooooo!!!!!

-Dije mostrándo el zapato que tanto nos había gustado a lo Gollum en el señor de los anillos, por supuesto yo sabía que se trataba de el mejor zapato de la historia, se trataba de un Stiletto de un color azul penetrante que me iría de muerte con cualquier vestido.

Miré de arriba a abajo a mi hermana.. Parecía extremadamente desesperada y a punto de enloquecer. Además, la veía muy bajita. Quise dejarle el par de zapatos, pero ahora el costo iba a ser aún mayor.
- Quédatelos, Alice Cullen. Pero cadsa vez vas aumentando aún más la deuda que tienes conmigo, acuérdate.-dije seria, con el fin que estuviera indecisa.

La frase de Rose me sonaba a chantaje emocional...no quería estar enfadada con mi hermana.Así que se me ocurrió otra cosa

-¿Porqué no los compartimos?-le dije con carita de pena y de niña buena pestañeando exageradamente con ojitos de corderito; entonces me acordé de la boda de Rosalie, seguro que si se los regalaba me dejaría organizar su boda, que en realidad me hacía más ilusión que un par de zapatos.Ella frunció el ceño ante mi pregunta.

-Esta bien quedaté con los Stiletto; me rindo,es más te los voy a regalar.Pero a cambio me tienes que dejar estar en la presidencia de la organización de tu boda-dije con una amplia sonrisa, al fin y al cabo ¿que eran 700 dolares a cambio de organizar el bodorrio del siglo?Me lo iba a pasar mejor organizando la boda en la ciudad del amor, ya estaba imaginando en mi mente los planes de la decoración, en ese momento si me decía que sí la hubiera obedecido en cualquiera de sus caprichos deseos durante toda la tarde de compras.

- Mmmm, déjame pensarlo...-fingí con cara de circunstancia, pero yo sabía de sobra que quería la mejor boda y también sabía, por lo tanto, que debía contar con Alice para tenerla.
Le quité de las manos el par de zapatos, admito que resultó algo dificil, sus pequeños dedos se habían enredado en ambos calzados. Al fin los soltó no sin antes suspirar profundamente; pagué a la cajera (que aún nos observaba como si estuviésemos locas) y salimos a continuar con nuestro paseo, parloteando (ella) de todos los planes que tenía para la ceremonia.

Supuse que era un sí, arrancó de mis manos los maravillosos zapatos, tenía que entregárselos pero me costó el no aferrarme a ellos, pagó y continuamos nuestro paseo por las tiendas.

-Bueno ¿Qué te gustaría más? Si hacemos la boda de noche podemos hacerla en el exterior, el alguno de los jardines de Paris.¿Qué me dices?O si no, tengo contactos por ahí podemos hacerlo en Notre Dame, la gran catedral...¿Qué te parece?Por supuesto con miles de flores, velas,telas de seda....ahi se me ocurren tantas cosas.

Al cabo de un rato hablando y caminando vimos otras tiendas de ropa que tenían buena pinta

- Me inclino ante la idea de que sea de noche. ¿Te parece bien a ti? Da igual, es mi boda, no la tuya- me reí al tentarme, Alice vio otras tiendas de ropa muy bonitas. Necesitaba un nuevo vestido de novia, una tiara, algo azul, algo prestado...

Fruncí el ceño ante el comentario de Rose.

-Bueno,acabo de ver tu decisión, vamos a por lo que quieres, ahí hay una tienda de novias.Haber...necesitas, el vestido, algo azul, algo nuevo, y algo prestado.Umm...veamos...también los complementos para el peinado.-dije mientras entrábamos en la tienda.Un dependiente más o menos de nuestra edad(aparente), se acerco emobado a preguntarnos.

-Ho...hola...señoritas.¿Que..querían algo?-dijo sin apartar la vista de arriba a abajo analizándonos con la mirada,seguramente aplacado por nuestra belleza.

-Emmm...si.Queríamos ver vestidos y complementos de novia para mi hermana-Él bajo la cabeza decepcionado, seguramente estaba pensando en conquistar a Rosalie.-Sí, en la parte derecha podeis encontrar lo que necesiteis, si necesitan ayuda no duden en llamarme-dijo el joven educadamente.

Genial. Miré al hombre que se nos había acercado,pero Alice no me dejó tiempo para histeriquearle. Bufé por lo bajo y me encaminé hacia donde estaban los vestidos de novia.
Había un par de ejemplares hermosísimos. Todos me quedaban a la perfección en mi escultural silueta, se ajustaban a ella marcando cada imposible curva de mi cuerpo, hasta finalizar deslizándose sobre mis exquisitas piernas.
Mi hermana puso los ojos en blanco, seguramente adivinando lo que estaba pensando. Me gritó que me apresurara; estaba ansiosa por elegir ella el vestido. De buena gana le dejé la tarea a ella, después de todo, si fuera por mí, me compraría todos, tan segura que estaba que muy pronto necesitaría otro. Aunque si Emmett no aparecía... Sacudí la cabeza alejando esos pensamientos, y salí algo nerviosa del probador, ante la atenta mirada de Alice, y la embobada cara del hombre de la tienda.

Miré atentamente todos los vestidos que Rose se había probado, al final me dejó escoger a mí,no se decidía.Creo que el 8º es el ideal, realza mucho tu figura.¿No cree usted?-El chico parecía a punto de desmallarse, posiblemente de la impresión de ver a una mujer tan bella ante sus ojos; no hacía más que babear por ella.

-Sí el octavo es el perfecto.Nos lo llevamos.Guardelo.

Después de haber visto todos,pues Rose se acababa de probar media tienda y la otra media la había visto mientras ella se probaba, me probé el vestido que me gusto, un palabra de honor de un tono rosado.

-Este para mí.Guardelo también porfavor.Bien ahora necesitamos los complementos.¿Algo azul, algo prestado, algo usado y algo nuevo? ¿No?

- Por supuesto. Si quieres, te dejo el honor de prestarme algo. Mmmm...
Salimos de la tienda y fuimos directo a una joyería. En el escaparate vi un hermoso colgante de oro, con piedras lapizlazuli incrustadas en la cadena, formando pétalos delicados y suaves que se lucirían en el blanco pálido de mi cuello.
Miré a Alice insinúandole que me gustaba aquello que estaba viendo, ella, sin dudarlo un segundo, entró al local y pidió la joya.
- ¿Necesitamos algún complemento más?-pregunté mientras apreciaba el brillo de las piedras preciosas.

Vi la carita de Rose y no me pude resistir a comprarle el bellísimo colgante.

-Ummm...haber el colgante puede contar como algo nuevo y azul, así que perfecto, pero necesitamos algo viejo y algo prestado o ambas cosas-Caí entonces en la cuenta-Claro, la tiara-recordé que estaba en casa era de novia y la compré hace mucho mucho tiempo para un baile de disfrazes en el que iba de princesa; la verdad es que me pasé con el el disfraz...

-Tengo la tiara perfecta en casa y es prestada y vieja,la compre en los años 60 en una subasta de la nobleza que me colé.¿Te gustaría llevarla?

TIARA:

- ¿Tu crees que combina con mi personalidad, mi cuerpo, mi cara y mi pelo?- yo era la mejor en todo, pero en so, y en predecir el futuro, Alice me llevaba la delantera.

-Pues claro, es muy...nose como decirlo...es de la realeza, pertenecio a una Duquesa de Europa, concretamente a una de Italia la cual decían que brillaba por su belleza.Con tu pelo combina a la perfección pues tiene diamantes y es de oro así que también combinara con el colgante.En casa te la enseño, pero creo que te irá de muerte.-Sonreí y mis ojos brillaban de la emoción, estas cosas me tenían ilusionada y así me mantenía ocupada con uno de mis hobbies.

¿De la realeza? "De lujo"-pensé para mí misma.
- De acuerdo, Alice, me quedo con esa entonces.-le guiñé un ojo. A pesar que se la veía super contenta y emocionada, notaba algo raro en su mirada, parecía querer pedirme algo... Entonces lo comprendí al instante.
- Bueno bueno, supongo que toda gran boda necesita de dama de honor, ¿verdad? ¿Me vas a hacer pedírtelo de rodillas o ya lo aceptas? Porque no quiero rebajarme a ese nivel- mi hermana se volvió completamente loca en cuanto pronuncié esas palabras.

No me esperé esa respuesta en Rose después de todo hasta parecía haberme perdonado, me dió un vuelco el corazón de la emoción, y totalmente exaltada por la alegría la agarré de las manos y comencé a dar saltitos gritando.

-¡¡¡¡Siiiiiiiiiiiiiii!!!!!!¡¡¡Siiiiiiii!!!!¡¡¡Te quiero Rose!!!-le dije mientras la dí cuatro besos en la mejilla dando saltitos para llegar a su altura.

Me dí cuenta que estaba llamando la atención de los humanos cuando ví la cara de mi hermana con una ceja enarcada mirándo a un lado en plan ¨no conozco a esta loca¨ y rodando sus ojos después.Entonces controlé mi emoción y paré en seco de expresar mis sentimientos.

-Perdon....-dije con voz apagada bajando la cabeza hacia abajo y agarrándome las manos tras mi espalda haciendo un suave y lento movimiento de derecha a izquierda sobre mi cintura-..la emoción del momento.

Luego me recompuse alzé la vista y sonreí a mi hermana con una amplia sonrisa de oreja a oreja.

Pero en ese instante algo cambió mi gesto en una de mis visiones pude ver a a Ness entregandose a los Gao, uniendose a ellos voluntariamente en una gran sala.

-Pero que!!, Rose, Renesme va a entregarse a los GAO, acaba de decidirlo!!!!Vamos hay que avisarles, vamos a casa.-cogí a Rose de la mano y salimos corriendo, al pasar por una de las calles en una de las tiendas ví de refilón a Eva.¿Qué hacía aquí?Pasé a la tienda corriendo.