comprandole un regalo a Mike

Es el cumpleaños de Mike y tras darle bastantes vueltas decidí ir a Port Angeles para comprarle un regalo.Aunque fui sola ya que la mayoria de mis amigos estavan fuera. Angela y ben en una cena familiar, Lauren de vacaciones a Disneyland, Erik ayudando a Mike con la fiesta y de los demas nose nada. En otros tiempos podria haver quedado con Bella...-Que se habrá hecho de ti?-pensé con nostalgia pero con algo de rencor por no haberme dicho nada desde que se fue.

-Ui! se ha hecho muy tarde,no llegaré a la fiesta!- exclamé horrorizada. Salí de la tienda con su regalo y corri hacia el coche. El coche estava aparcado en un parquing del centro de la ciudad y bastante lejos de la tienda. Me habia entretenido muchissimo mirando escaparates y elijiendo el regalo perfecto para él. Ja se que ahora solo somos amigos pero esque nunca he podido olvidarlo del todo y me gustaria volverlo a intentar y que esta vez saliera mejor.

Andé entre unos callejones bastante oscuros y mepezé a oir ruidos como si alguien se acercara. Paré, me giré y busque alguna sombra o silueta que pudiera estar destrás mio.

Pero no vi nada.
- Que extraño- pensé. Seguí por el callejón oscuro cada vez con paso mas ligero. Me quedava girar a la esquina cuando...

-AAAh!! Qui...Qui..Quien eres tu??

Tras correr y nadar tanto como pude, finalmente llegué a Port Ángeles. Sabía lo que buscaba y no iba a dejarlo escapar tan fácilmente.
Deambulé por los callejones más oscuros que encontré, siempre a escondidas de las miradas de la gente; nadie iba a ser capaz de verme a no ser que yo lo quisiera.
Encontré el rastro que estaba buscando y lo seguí hasta llegar a una esquina, cada vez notaba el olor más cerca, ya era capaz de oír aquel corazón latiendo cada vez más rápido al notar el peligro acercarse... Y de repente vi el rostro de aquella joven que tanto ansiaba encontrar.

-AAAh!! Qui...Qui..Quién eres tu??-exclamó ella asustada cuando sus ojos se encontraron con mi silueta.
-Tranquila, soy una amiga de Bella...-respondí tranquilamente-Ella me dijo dónde podía encontrarte, así que vine a verte. Quería hablar contigo de algo...
-Pero si hace mucho que no veo a Bella, ni siquiera creo que se acuerde de mí-soltó con cierto rencor en la voz.

Aquello era perfecto, tal y como yo lo esperaba.

-Bueno, entonces no me dejas más opción...-dije mientras una media sonrisa aparecía en mi rostro, dejando entrever mi perfecta dentadura.

No le dio tiempo ni de reaccionar cuando mis dientes de clavaron en su cuello. Noté el sabor de su deliciosa sangre recorrer mi garganta, llevaba tanto sin comer que aquello fue como el néctar de los dioses. Pero no podía matarla, así que la solté lo más rápido que me permitó mi cuerpo.

-Bueno, Jess-comenzé con una sangrienta sonrisa-cuando este momento tan doloroso pase, serás de los nuestros, así que tendrías que estar orgullosa de tal honor...

Observé su figura casi inerte, oyendo cómo la ponzoña iba apoderándose de su cuerpo lentamente, acabando con todo lo humano que había en ella.
La cogí para colocarla sobre mi hombro y me la llevé. Debíamos escondernos mientras el veneno hacía su efecto.
Dejando tan solo una tenue ráfaga de aire a nuestro paso, desaparecimos sin dejar rastro.

Era una mujer realmente preciosa, muy palida y con una melena bastante larga. Me dijo que conocia a Bella y que queria decirme algo... pero de pronto vi su perfecta dentadura y esos colmillos que tanto habia visto en peliculas de miedo. No me dio tiempo de reaccionar cuando vi su silueta avalanzarse sobre mi.



-Bueno, Jess, cuando este momento tan doloroso pase, serás de los nuestros, así que tendrías que estar orgullosa de tal honor.- me dijo ella.

No entendia que me queria decir con esas palabras pero tampoco podia pensar en eso.
De repente me empezó a doler el cuello y a arderme. Era un dolor que nunca habia sentido en mi vida y cada vez iba augmentando. Sentí que me levantavan del suelo pero eso ya me dava igual. No dejava de pensar en el dolor que tanto me estava atormentando y cuando dejaria de dolerme, o si me iva a morir.